Entrevista a Adam Robitel, director de Escape Room 2: Mueres por Salir


¿Cuándo llegaste al proyecto de Escape Room, pensabas que daría origen a una saga?

Mentiría si dijera que sí, pero la última secuencia de la película, en el avión, nos hablaba de un mundo mayor al que habíamos visto. Así que teníamos esperanzas de que el público nos pidiera más historias pero no lo sabíamos seguro.

Esta nueva Escape Room es como una montaña rusa y me encantan las nuevas habitaciones que se han creado. ¿Se diseñaron ya en el guion o primero trabajasteis con los diseñadores de producción y arte, Edward Thomas y Cecelia van Straaten?

No, todo empezó con el guion. Nos llevó muchísimos meses dar con el camino de la secuela, y lo más complicado tuvo que ver con las habitaciones. Quería crear nuevos peligros y por ejemplo la trampa de la electricidad fue una idea que testeé con el estudio. En la primera película teníamos fuego, gas, hielo, gravedad, muchísimas formas de matar, así que en la secuela queríamos otro tipo de amenazadas, sobre todos muy visuales, como la electricidad y los láseres.

Por ejemplo, en los primeros guiones teníamos una habitación ambientada en un templo antiguo, pero parecía que pertenecía a otra película así que la eliminamos.

Volviendo a tu pregunta: una vez tuvimos creadas las habitaciones en el guion, Edward Thomas y Cecelia van Straaten empezaron a trabajar y construyeron modelos en 3D y por ejemplo el tren no era de verdad, el banco era un lugar que encontramos en Keytown, y así todas las habitaciones.


En este torneo de campeones tienes personajes que ya se han encontrado con Minos, la malvada compañía. ¿Qué puedes contarme del casting y cómo trabajasteis los personajes?

Bueno, Taylor Russel y Logan Miller ya venían de la primera película. Son amigos que forman un equipo. Al tener supervivientes de otros torneos, ganamos tiempo para meternos en la historia y de paso explorábamos otras colecciones de habitaciones. Tenemos a Indya Moore de la serie Pose, que interpreta a Brianna y se ha mantenido alejada por mucho tiempo de Nueva York, Holland Roden de Teen Wolf y su “peculiaridad”. Quería investigar el tema de la fe y eso es lo que aporta Thomas Cocquerel y su personaje de Nate. Carlito Olivero que era un vendaval, es un gran actor y gran bailarín. Queríamos actores y personajes que fueran interesantes para la audiencia.

En Escape Room 2: Mueres por Salir, se mezclan espacios cerrados y espacios más abiertos. ¿Cómo manejaste estos cambios con la cámara?

Hay muchas habitaciones y cada una tiene su propio estilo. En el tren, por ejemplo, intenté jugar con un lugar claustrofóbico. El banco es un lugar amplio pero al mismo tiempo es muy amenazador. Sabía que quería jugar con los elementos de la primera película pero llevarlo un poco más allá, por ejemplo la playa tiene aire a un capítulo de Doctor Who.

Cada escape room me decía cómo rodarla.


Te mueves cómodamente en el mundo del found footage como tu primera película, The Taking of Deborah Logan o en la franquicia de Paranormal Activity. ¿Te gustaría volver a rodar found footage?

Me encantaría. Incluso he tenido algunas reuniones para continuar la historia de Deborah Logan, pero ahora mismo no es un formato que funcione en los cines. Me encanta el found footage porque creo que es terrorífico cuando se hace bien, y me resulta muy divertido de rodar así que espero volver.

¿Película de terror favorita?

Sin duda, Seven de David Fincher.