Título original: Mom, I Befriended Ghosts
Año: 2020
Duración: 65 min.
País: Rusia
Director: Sasha Voronov
Guion: Sasha Voronov
Música: Daniil Avramenko
Fotografía: Evgeny Rodin
Reparto: Alla Mitrofanova
Para curiosos de lo bizarro.
Digamos que no tengo mucha cultura del cine ruso, las clásicas me exigen mucha paciencia y las modernas disimulan la falta de contenido con un exceso de ruido. Y ahora digamos que Mom, I Befriended Ghosts es una película rusa con aire de cine clásico pero tan carente de contenido como el moderno.
Lo mejor de cada casa, vamos.
Alla quiere escaparse de esta ciudad bajo cuarentena, donde el invierno es eterno y sólo los fantasmas, los locos y los vigilantes recorren las calles. ¿Cuál será el destino de Alla una vez inicie la huida?
Lo que más rabia me da de Mom, I Befriended Ghost es que tiene un arranque muy prometedor, donde nos ponen en situación con carteles sobre fotos fijas. Todo este arranque apocalíptico resulta sugestivo y me llevaba de vuelta al mundo de 12 Monkeys de Terry Gilliam, pero el espejismo apenas dura cinco minutos… Luego viene esta travesía por el desierto nevado.
Sasha Voronov, en su doble labor de guionista y director, debe tener muy claro qué desea contar, pero se olvida de que al otro lado hay un espectador que, aburrido a veces y desesperado otras, intenta averiguar de qué demonios trata lo que ocurre en pantalla.
Mientras veía Mom, I Befriended Ghost me imaginaba una historia de maduración personal, una hija que busca un destino mejor que cuidar a su madre moribunda y, por el camino, se cruza con distintos personajes que podrían ser reales o no – lo mejor de la película son las apariciones fantasmales – mientras ella cree alejarse de la ciudad cuando realmente no deja de dar vueltas a esta. Pero vamos, todo esto son suposiciones mías porque al término de la película estaba igual que como empecé.
Al margen de un momento muy sugestivo, en el que la protagonista se interna en el interior de una oscura alcantarilla y tiene un encuentro con un fantasma, algo muy sencillo de hacer y que funciona muy bien, el espectador tiene 65 minutos para montarse sus propias películas mientras sigue a la joven actriz Alla Mitrofanova en su eterno divagar.
La fotografía no está mal, contagia al espectador esa frialdad imposible de quitarse de encima, la música es extraña y no aporta mucho, la dirección busca ese aire al cine clásico ruso de ciencia ficción… Todo suma para que Mom, I Befriended Ghost sea una experiencia que solo disfrutarán aquellos que busquen un horror… distinto.
Desde luego no es mi caso.
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
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