Entrevista a Madeleine Sims-Fewer, codirectora, coguionista y protagonista de Violation


Me gustaría saber cómo Dusty Mancinelli y tú llegasteis a rodar Violation.

Dusty y yo nos encontramos en el Toronto International Festival en el 2015, yo estuve viviendo un tiempo en Londres y cuando volví a Toronto fue una de las primeras personas que conocí. Creo que nos hicimos tan amigos porque tuvimos confianza para compartir nuestras historias más duras, particularmente las más traumáticas y oscuras de nuestros pasados. Empezamos a colaborar en cortometrajes que se centraban en hechos traumáticos y en dinámicas de poder entre hombres y mujeres.

Violation es una combinación de todo lo que necesitábamos decir acerca de estos temas, lo enfocamos como una película “antivenganza” ya que nos centrábamos en el trauma, la aceptación del trauma y cómo en las películas de Rape & Revenge la venganza era el bálsamo para superar una violación o un trauma sexual. Por eso la venganza tiene lugar en mitad de la película y luego seguimos a la protagonista.


La película se va oscureciendo cada diez, quince minutos. ¿A la hora de rodarlo, lo hicisteis cronológicamente para mantener el “mood”?

Teníamos el sueño de rodarlo de esa manera pero fue imposible debido al organigrama de trabajo, a que un actor debía venir de Londres, otro actor desde Nueva York, los efectos especiales tan complicados.

Dusty y yo enfocábamos la película como una especie de catarsis, es una película muy pasional, en el que analizábamos nuestros traumas.


En medio de Violation encontramos una secuencia que es como un puñetazo en la cara. ¿Cómo fue el rodaje de esta secuencia en particular?

Me gusta la expresión de “puñetazo en la cara”. Era justo lo que intentábamos conseguir: una experiencia muy visceral para el espectador. Todo lo relacionado con el juego de roles y la escena de la seducción y lo que ocurre después, tardamos como dos semanas en rodarlo.

Realmente esta secuencia fue un trabajo muy duro para Jesse LaVercombe, que hace el papel de Dylan, le conocíamos muy bien de dos cortometrajes que dirigimos, Chubby y Slap Happy, pero aquí le exigíamos demasiado, no solo por lo que ocurría en la secuencia sino también por el desnudo integral y el sexo explícito… Es cierto que cuando escribimos el guion no nos comprometimos mucho con esa secuencia, tal vez habría que modificarla a la hora de rodar, pero Jesse se involucró y nos dijo “venga, hagamos que esto funcione”.


Tu personaje, Miriam, es como una bomba a punto de explotar. ¿Cómo lo trabajaste?

Estudié interpretación en Londres en el Drama Center, cuyo apodo es “Trauma Center”, porque son muy rigurosos y allí conseguí ser capaz de construir al personaje. Por ejemplo una idea que tomé del guion y lo añadí a mi personaje era la imagen del principio, el lobo y el conejo, que serían las dos caras de mi personaje: Miriam se siente vulnerable como el conejo pero termina por adoptar la conducta depredadora del lobo.

Trabajar con Dusty es una experiencia única para mí, porque no solo codirigimos sino que también tenemos una confianza mutua y cuando él me dirige siento que consigue sacar de mi mucho más de lo que yo creía tener.


Algo que crea ese sentimiento que tanto Dusty como tú queríais son los grandes trabajos del compositor Andrea Boccadoro y el director de fotografía Adam Crosby. ¿Qué indicaciones les disteis?

Dusty y yo hemos trabajado con Andrea y Adam en otros cortometrajes y, por eso, queríamos contar con ellos para Violation. Para la fotografía, teníamos muy claro qué queríamos de Adam, que consiguiera reflejar al mismo tiempo la belleza de la naturaleza en contraposición a la violencia del asalto. Necesitábamos ese elemento de cuento de hadas que de repente se convierte en algo totalmente diferente.

Queríamos rodar con luz natural, así que Adam hizo un test de cámara y rodó en los escenarios durante un día, para ver cómo cambiaba la calidad de la luz y en qué momento del día podríamos rodar lo que buscábamos. Fue bastante complicado organizar el horario de rodaje, porque para lograr la luz que queríamos, igual teníamos que rodar en el mismo sitio por la mañana y por la tarde.

Con Adam elegimos localizaciones por la dirección de la luz, de alguna manera dimos forma a la luz que necesitábamos. El trabajo de Adam hace que la luz sea un personaje más en Violation.


¿Y respecto a la música de Andrea Boccadoro?

Hubo muchas influencias, como la música clásica barroca o el avant garde. Son estilos musicales completamente diferentes pero Andrea es capaz de aunarlos y hacer una música emocional y estática al mismo tiempo. La música en la película crea puentes entre el presente y el pasado, y siempre te lleva al pasado o te empuja hacia el presente. Para el momento del asalto, Andrea creó un tema con voces y luego un órgano surge. Lo único que le propusimos es que el personaje de Miriam estaba como congelado en el tiempo durante el ataque: es incapaz de hablar, moverse o responder.


¿En qué estáis trabajando ahora mismo Dusty y tú?

Hacemos un buen equipo y queremos hacer muchas películas juntos, ahora mismo estamos escribiendo otro guion, un thriller de misterio acerca de una familia. Es muy distinto de Violation, lo que es perfecto porque ha sido muy catárquico.


¿Película de terror favorita?

Possesion de Andrzrej Zulawski.