Título original: Lingering
Año: 2020
Duración: 101 min.
País: Corea del Sur
Director: Yoon Een-Kyoung
Guion: Yoon Een-Kyoung
Música: Tae-Seon Kim
Fotografía: Hyeong-Bin Lee
Reparto: Se-Yeong Lee, Ji-Young Park, So-Yi Park
Una propuesta diferente.
Me llama la atención que en una de las críticas de Hotel Leikeu, el autor afirma que le irritó porque no sabía hacia a dónde iba a ir la película. Pero amigo, aquí hemos venido a pasarlo bien/mal y claramente no te gusta pensar.
La joven e insegura Gyeong-Seon se encuentra ante un reto que se le antoja imposible: hacerse cargo de una niña de seis años, Yoo-Ji Yoo, la segunda hija de su fallecida madre. La única solución de Gyeong-Seon es refugiarse en el único lugar donde pudo ser feliz: el Hotel Leikeu. Pero tal vez la felicidad siempre fue un espejismo y el hotel es un lugar demasiado peligroso para las hermanas.
Me ha gustado la ópera prima de Yoon Een-Kyoung, en el doble papel de director y guionista, ya que resulta diferente a otras propuestas parecidas. Perfecta no es, vaya esto por delante, ya que aunque la historia avanza con rapidez, tiene dos primeros tercios repletos de hallazgos y en el último tercio flaquea debido a que las respuestas no terminan de estar cimentadas.
Pero se agradece el interés que hay por ofrecer un terror distinto, casi todo a plena luz del día, y alejarse del J-Horror; en la creación de atmósferas hay ciertos ecos de James Wan y su ya clásica The Conjuring, pero eso no resta interés ya que estos momentos no están plagiados sino adaptados a la historia. Si hay algo por lo que defiendo esta película es por lo bien que maneja los ingredientes que tiene: tres mujeres de distintas edades – madura, adolescente, niña – que vagan por los pasillos de este hotel repleto de luz pero al mismo tiempo lleno de misterios y peligros. Tal vez se podría haber cuidado más la escritura de los personajes, ya que apenas sabemos sobre ellos, y haberle dado más consistencia a ese pasado cuyos fantasmas siguen resonando hoy en día; eso y cuidar/eliminar las tramas que implican salir del hotel, como ese Detective Oh que da vueltas por la película o el médium adolescente – maravillosa la idea del parche en el ojo – que tan solo aparece para resolver un misterio y desaparecer en el horizonte.
Es curioso como Yoon Een-Kyoung es capaz de utilizar al fotógrafo Hyeong-Bin Lee y al músico Tae-Seon Kim para crear inquietud a plena luz del día con esos largos pasillos, silencios, puertas que se abren, y en cambio lo peor de este Hotel Leikeu son los cuatro o cinco jumpscares que suenan a falsos e impostados.
El nivel interpretativo está correcto. Dejo claro que no aguanto cuando en las películas coreanas aparecen niños porque sus personajes suelen ser insoportables y los niños sobreactúan cosa mala, pero debo reconocer que la niña de seis años So-Yi Park me ha convencido, posiblemente porque su personaje viene de un pasado muy turbio.
Acércate a este hotel, vaga por sus pasillos y espero que disfrutes la visita tanto como yo.
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
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