Una misteriosa niña llamada Eli llega junto al que podría ser su padre a un suburbio de Estocolmo. Esta niña que solo se deja ver por las noches entablará una curiosa amistad con un niño que sufre acoso en la escuela llamado Óscar.
Título original: Låt den råtte Komma in
Año: 2008
Duración: 114 min.
País: Suecia
Director: Tomas Alfredson
Guion: John Ajvide Lindqvist
Música: Johan Söderqvist
Fotografía: Hoyte Van Hoytema
Reparto: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg, Ika Nord, Mikael Rahm, Karl-Robert Lindgren, Anders T. Peedu, Pale Olofsson, Cayetano Ruiz
Tan realista que cala hasta los huesos.
Si has llegado hasta aquí de casualidad, si no conoces esta película todavía, si no has escuchado el podcast que le dedicamos a esta y a su remake homónimo norteamericano (cómo no) y a pesar de que no voy a hacer spoiler en esta review, para de leer, ponte esta joya y disfrútala con tranquilidad (cuidado, no confundir con la de 2010), después puedes volver aquí y al podcast y a donde sea que quieras seguir tu vida habiendo visto ya esta auténtica obra de arte contemporánea de quitarse el sombrero, de levantarse y aplaudir. Una obra por la que dar las gracias.
Una misteriosa niña llamada Eli llega junto al que podría ser su padre a un suburbio de Estocolmo. Esta niña que solo se deja ver por las noches entablará una curiosa amistad con un niño que sufre acoso en la escuela llamado Óscar.
El escritor de novelas de terror sueco John Ajvide Lindqvist afinó la pluma metafóricamente hablando para hacer posible la publicación de la recomendable novela Låt den råtte Komma in, o como la llamaron aquí Déjame Entrar. Cuatro años después, se hacía pública al mundo la película con el guion escrito en solitario, por las propias manos del autor. Resultando una grata sorpresa, ver como el propio creador había sabido eliminar de la novela todos aquellos detalles que no hubiesen funcionado en pantalla, hablo de temas como la pederastia o dramatizar con detalles sobre la persona y la actitud de Óscar que sí reflejan la novela. Dando las herramientas perfectas al director Tomas Alfredson, para trasladar al celuloide esta fría historia en cuanto al paisaje se refiere y cálida historia de amistad y amor entre un niño y una misteriosa niña recién llegada al pueblo que se necesitan uno al otro más de lo que se pueden llegar a imaginar. Una relación que nace en medio de un suburbio de Estocolmo y desde la exclusión que pueden llegar a ejercer los crueles niños hacía otro compañero de clase. Una relación se podría decir, de dos supervivientes de una sociedad que parece no tener hueco para ellos.
Tomas Alfredson quien podréis recordar también por la magnífica Tinker Tailor Soldier Spy, dirige con maestría y una infinita sensibilidad en una demostración de lenguaje cinematográfico justificado sin florituras innecesarias, para dotar de significado y explicación no verbal a la historia, entendiendo y respetando el tratamiento de los personajes. Dotando a la película escenas tan memorables como la de la visita de Eli al hospital, una de mis preferidas, la escena con tres líneas de acción sobre la pista helada de patinaje sobre hielo o el desenlace de altura que nos deleita el broche final.
Él mismo, reconoce en entrevistas no tener tanto interés por el cine de género como por las relaciones humanas, por las que ha demostrado tener gran mano, si combinamos esto con la pasión que siente John Ajvide Lindqvist por el género, podemos empezar a entender el equilibrio comedido que existe en la película, así como el respetuoso tratamiento lleno de simbolismo que se le hace al mito de los vampiros, siendo una de las obras que aporta más aire fresco a este subgénero prácticamente sagrado, gracias además de los personajes de Kåre Hedebrant como Óscar y de Lina Leandersson en el papel de Eli, que adquieren unos niveles de profundidad e interiorización del personaje con la que muchas películas ni tan solo han podido llegar a soñar. Ambos jóvenes actores quienes despuntan en sus trabajos en la que podría ser una de las mejores interpretaciones de sus carreras que justo empiezan ahora.
Todo ello, y sin pretender repasar todos los apartados técnicos, encajan a la perfección gracias a la gélida y oscura fotografía de Hoyte Van Hoytema y a la música con gran carga emocional de Johan Söderqvist con temas maravillosos con Eli's Theme, Going Home, Let the right one in o Oscar strikes Back entre otras. Ambos artistas nos transportan metafóricamente hablando hasta poder sentir la nieve en nuestros pies y la soledad a nuestro alrededor.
Cómo ya os habréis podido dar cuenta, esta es una de las obras que me conmueven, cine europeo de calidad y de el de verdad, una obra completa, un trabajo donde hasta el último rol cuenta en importancia y en definitiva, un ejercicio de detallismo a nivel poético y diálogos que erizan el bello.
Firma: Gerard FM.
@tmagerard
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