Título original: Spree
Año: 2020
Duración: 93 min.
País: Estados Unidos
Director: Eugene Kotlyarenko
Guion: Eugene Kotlyarenko, Gene McHugh
Fotografía: Jeff Leeds Cohn
Reparto: Joe Keery, Sasheer Zamata, David Arquette, Kyle Mooney, Mischa Barton, Frankie Grande, Laia Kent, Joshua Ovalle, Reatha Grey
Los psicópatas del siglo XXI.
Justo después de terminar esta película tuve un escalofrío por la espalda. La película es divertida, me lo pasé realmente bien viendo Spree, tiene algún problema de ritmo pero ya hablaré de ello más adelante, nada grave. El principal problema que tengo con esta película es que es condenamente posible que algo así se dé en la realidad, y aunque conozco algún caso parecido creo que ninguno ha llegado tan lejos. Pero amigo, viendo como están las cosas y el tipo de sociedad que tanto nos hemos currado... es cuestión de tiempo que nos topemos con algo así.
Kurt siempre ha querido ser un streamer de éxito, lleva más de diez años intentándolo pero nunca ha logrado conseguir su objetivo. Harto de esta situación decide coger el toro por los cuernos y jugársela el todo por el todo. Siendo chófer de un servicio de app tiene acceso a un montón de personas anónimas, y utilizará eso para hacer que sus seguidores se cuenten por miles.
La película funciona como un tiro. Aprovechando esta nueva modalidad que hemos podido ver en películas como Searching, Host o Eliminado, es decir, en todo momento sólo vemos pantallas de ordenador, aunque en este caso sean las de una conexión streaming. Esto no es un impedimento para conocer todo el trasfondo de la historia, al contrario, la potencia pues en todo momento juega con la idea que el único mundo que conoce el personaje de Kurt sea el mismo que el espectador vé, y eso funciona. El argumento va prácticamente directo al grano, salvo los obligados minutos de presentación, y muestra un plan no demasiado elaborado pero, sin duda alguna, con un objetivo claro, esa extraña popularidad de hoy en día que consiste en unos números en la pantalla que indican la audiencia que está mirando en directo lo que les estás mostrando. Es un mundo que al público algo veterano le puede sonar exagerado o directamente marciano, pero lo doloroso de todo esto, y a lo que hacía referencia en el primer párrafo, es que viendo como está la cosa hoy en día... es totalmente posible.
Dirige Eugene Kotlyarenko tras un puñado de películas pero reconozco que todavía no lo tenía “fichado”, cosa que a partir de hoy cambiará. Escribe junto a Gene McHugh una historia de rabiosa actualidad, aunque en el lado de los contras, podemos decir que hay cierto punto, a mitad de la historia, en los que la trama frena un poco pero la verdad es que todo tiene un ritmo tan frenético y un sentido del humor negrísimo y tan retorcido que es un mal muy menor. Y una gran parte de que la película sea brutalmente divertida es gracias a Joe Keery (Stranger Things, Slice) quien se come cada escena de la película. Es un chaval con un futuro brillante si sigue eligiendo los papeles tan bien como es el caso. Una parte de la trama que se respira es el ansia de popularidad, de sentirse querido y seguido por un montón de gente absolutamente anónima que, con mucha suerte, te van a poner un comentario y poco más. Quedan perfectamente reflejadas en la historia estos objetivos tan opacos y, de hecho son, la gasolina de la película. El reparto queda muy bien complementado con Sasheer Zamata (Yoga Hosers) actriz cómica curtida en Satudary Night Live con un personaje muy parecido a ella mismo pero con un arco argumental sencillamente perfecto. Hay que verlo para entenderlo.
Película que argumentalmente tiene muchas similitudes con American Psycho (Mary Harron, 2000), aunque cada una con su estilo. No obstante es totalmente recomendable, sobretodo como advertencia, a todo aquel que busca fama de manera rápida y sin importarle las consecuencias. Spree me ha gustado.
Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW
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