Título original: Spare Parts
Año: 2020
Duración: 91 min.
País: Canadá
Director: Andrew Thomas Hunt
Guion: David Murdoch, Svet Rouskov
Música: Wade MacNeil, Andrew Gordon Macpherson
Fotografía: Pasha Patriki
Reparto: Julian Richings, Michelle Argyris, Emily Alatalo, Jason Rouse, Kiriana Stanton, Chelsea Muirhead, Ryan Allen, Kathryn Kohut
La reinvención gore de las películas de gladiadores.
Realmente me sorprende que sea en 2020 cuando vemos esta película. No entiendo como a nadie se le había ocurrido esta idea, ¿mujeres tipo amazonas con armas en vez de brazos mutilando a gente en un juego macabro? Pardiez, denme siete como estas al año.
Cuatro chicas que forman una banda de punk son secuestradas por una extraña organización al salir de un concierto. Al despertar se dan cuenta de que uno de sus brazos ha sido extraído y ahora se pueden colocar armas adaptadas en el hueco. Serán forzadas a luchar a muerte en una arena bajo los aplausos del público.
Lo primero que destaco de Spare Parts es su estética, no hay un solo escenario, vestuario o plano que no esté perfectamente diseñado y planeado. Todo tiene un ambiente cyberpunk sucio, lleno de metal y suciedad, al igual que las chicas protagonistas, su aspecto punk y agresivo ayuda a que las puedas identificar en el mismo principio de la cinta. Argumentalmente es otro cantar, pues aunque la película se esfuerce en ser violenta y transgresora no encuentra la manera de ser disfrutable cuando las chicas no están peleando. Cada una tiene su trama pero la verdad, no vamos a ver Spare Parts por su drama o su peso argumental, venimos para ver algo pasado de rosca, divertido, gore y frenético, y alguna vez es así pero la verdad, para mi gusto, no hay tanto como debería.
Dirige Andrew Thomas Hunt su segunda película tras Sweet Karma (2009) pues él está más centrado en temas de producción dónde ha intervendio entre otros en, atención, Dead Shack, The Crescent, For the Sake of Vicious o Psycho Goreman. Se nota su poca experiencia en dirección, pues hay que reconocer que las escenas de lucha no son la gran maravilla en cómo quedan plasmadas, hay buenas intenciones y algunas escenas curiosas pero esta misma película con un director algo más rodado habría subido enteros. También sorprende la falta de cuidado con los volúmenes, en multitud de ocasiones la música está por encima de las voces de los personajes, y la verdad, no se entiende nada de lo que dicen, creo que es un problema bastante sencillo de arreglar en la sala de montaje, pero parecer ser que nadie se dio cuenta de ese detalle, aunque ocurra durante casi toda la película. Otro error, que me parece que sería más de la segunda unidad, es la poca maña en los planos del público. Hay un único plano frontal del aforo aplaudiendo para toda la película, y digo uno sólo porque es el mismo en todos los enfrentamientos que ocurren: mismas personas, en el mismo asiento, con la misma ropa. Me parece un error tremendo que se podría haber subsanado fácil durante el rodaje. Tampoco se salvan los efectos de sonido durante las batallas, no se oye al público rugir. Habría quedado bien que tras una mutilación o una muerte especialmente grotesca (que las hay) hubiera habido una especie de clamor del público para ayudar a ese ambiente de circo romano pero no, hay silencio y solo se escucha al público cuando se vuelve a poner el mismo plano que he comentado antes. No quiero pretender convencer de que la película es un desastre porque no lo es, es bastante divertida y tiene cosas interesantes, pero estos errores me parecen tan increíbles por lo sencillo que habría sido arreglarlos que creo que hay que mencionarlo.
En el plano interpretativo destaco a las cuatro chicas protagonistas enfocándome en Michelle Argyris (Devil Seed) y Emily Alatalo (The Scarehouse, Dead Genesis) por la energía que desprenden, son las verdaderas protagonistas de la película y aguantan bien el tipo, además tienen algunas escenas de lucha bastante decentes. Destacar la presencia de Julian Richings (Polar, Vicious Fun) como el gran villano, un auténtico veterano en el cine de género. No he comentado el gore de la película y creo que vale la pena comentar que es de un nivel bastante alto. Si es cierto que a veces tira mucho a lo fácil hay tres o cuatro escenas muy decentes que se nota que es allí donde han puesto las ganas e ideas.
Spare Parts es una cinta correcta y decente, que sabe a lo que juega e intenta hacerlo de la mejor forma. Lo que entendemos como “película festivalera”, por lo que verla en compañía y con ganas de pasárselo bien es la mejor manera de hacerlo. Si dejas tu cerebro en la puerta y sencillamente te relajas... es muy posible que te deje un buen sabor de boca.
Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW
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