Título original: The Honeymoon Phase
Año: 2019
Duración: 89 min.
País: Estados Unidos
Director: Phillip G. Carroll Jr.
Guion: Phillip G. Carroll Jr.
Fotografía: Joe Staehly
Música: Chris Ryan
Reparto: Jim Schubin, Chloe Carrol, François Chau
Una luna de miel infernal.
¡Ah, el amor! Por alguna razón ignota los seres humanos lo buscamos durante toda nuestra vida y, una vez lo encontramos, siempre flota la misma espada de Damocles: ¿esta vez habré acertado o me la volveré a pegar?
¡Bienvenidos al experimento definitivo sobre el amor y la luna de miel!
Tom y Eve forman la pareja perfecta y, por ello, responden a un anuncio que ofrece 50.000 dólares a cambio de participar en un experimento que busca cómo prorrogar indefinidamente esa primera fase del amor llamada “la luna de miel”. Tom y Eve deberán permanecer juntos, encerrados en una casa, y poner a prueba su amor.
Phillip G. Carroll Jr. afronta su ópera prima con una película pequeña, muy pequeña, que sin embargo oculta bastante ideas en su interior: la búsqueda de la felicidad a través de la ciencia, las relaciones humanas. Al venir del campo de los cortometrajes, Carroll Jr., guionista aparte de director, aprieta el acelerador mucho y en apenas quince minutos ya hemos conocido a los protagonistas, al científico detrás del proyecto, y estamos en el interior de la casa.
Phillip G. Carroll Jr. rehúye elementos teatrales de cintas parecidas como Marjorie Prime de Michael Almereyda y adopta la estética y ritmo de series antológicas como Twilight Zone y aquí encontramos el principal escollo de The Honeymoon Phase: la historia se mueve entre lo repetitivo y saltos bruscos en el desarrollo, sin encontrar el ritmo adecuado. La cámara de Carroll Jr. es correcta, sin aspavientos, y la fotografía de Joe Staehly resulta luminosa aunque linda con lo publicitario; atención a la hermosa música de Chris Ryan, muy por encima de la película. Lo que no funciona es, claramente, el guion y el casting. La historia tiene puntos álgidos que no parecen dejar poso en secuencias posteriores, tal vez se podría haber arreglado acortando un guion que claramente no aguanta los 89 minutos de duración o dando más peso al científico y el holograma de ayuda que aparecen solo cuando la historia necesita un respiro, ya que los protagonistas principales carecen de la entidad suficiente para sostener la película.
El casting principal tampoco ayuda mucho a levantar el proyecto ya que al estar enfocada solo en el punto de vista de Chloe Carroll, al partenaire solo se le pide ser encantador o resultar amenazador y, bueno, Jim Schubin hace lo que puede pero termina por ser un baboso o un tío con cara de mala leche; Chloe Carroll aporta algo más pero digamos que no me la creo como protagonista absoluta. Mucho mejor el siempre agradecido François Chau al que muchos recordaran por Lost pero al que yo prefiero por su papel en The Expanse, y como siempre hace de científico pérfido que oculta un par de ases en la manga.
¿Podría haber sido mejor The Honeymoon Phase? Claro que sí, sobre todo porque la idea es interesante, que no original y ese último giro – y de paso toda la película - intenta ser un “WTF” y se queda en un “pues vaya”.
Firma: Javier S. Donate.
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