Fantasy Island review
Título original: Fantasy Island
Año:2020
Duración: 110 min.
País: Estados Unidos
Director: Jeff Wadlow
Guion: Jillian Jacobs, Christopher Roach, Jeff Wadlow
Música: Bear McCreary
Fotografía: Toby Oliver
Reparto: Michael Peña, Maggie Q, Michael Roaker, Lucy Hale, Kim Coates, Portia Doubleday, Ryan Hansen, Charlotte McKinney, Jimmy O. Yang, Parisa Fitz-Henley, Robbie Jones
Su interesante introducción acaba en la comedia del año.
La película transcurre en una isla, como en Lost. Todos los males son causados por una energía misteriosa que emana de la isla, como en Lost. Hay un puñado de personajes atrapados en ella en los que errores del pasado tendrán su repercusión en el presente, como en Lost. Todo el interés que podía suscitar en un principio se ve destrozado por un argumento de saldo, como en Lost. Todo se va al carajo en su última parte, como en Lost. Y un poco como Westworld también.
Un grupo de personas se van de vacaciones a Fantasy Island, un resort vacacional en el que mediante la más puntera tecnología se pueden cumplir todos los deseos y fantasías por imposibles que estos sean. Al poco de llegar toda la perfección que parecía en un primer momento se va tornando en una pesadilla.
Blumhouse vuelve a la carga con una nueva producción (de tantas), en esta hace una especie de remake de una serie de finales de los setenta llamada La isla de la fantasía, cosa que creo que nadie pedía, pero bueno, aquí la tenemos. Como no podía ser de otra manera, se le da un giro a la historia original hacia uno más violento y rozando el terror, y digo rozando porque realmente no es una película de terror, pues no lo hay por ninguna parte aunque así se venda. Me puedes decir que es una película de fantasía, de aventuras, e incluso una comedia (cosa que la película no pretende) pero jamás le diría a nadie que Fantasy Island es una película de terror.
Dirige Jeff Wadlow tras una carrera de calidad claramente descendente, empezando por la reivindicable Cry Wolf (2005) y la decente Kick-Ass 2 (2013) ha acabado haciendo películas de dudosa calidad como Verdad o Reto (2018) y esta en la que, a todas luces, toca fondo. Y es sorprendente como teniendo a tres escritores diferentes, nada en el guion tenga sentido, y no me refiero a la credibilidad, pues ya he dicho que el componente fantástico tiene mucho peso y eso hay que tenerlo en cuenta. Sino más bien a que creo que han escrito tres guiones distintos y han mezclado las páginas sin mayor cuidado, pues los “plot twist”, las incoherencias y las sorpresas llegan a tal nivel que no la descarto como a mejor comedia del año, y siento decir que no exagero.
Protagonizan algunas caras reconocibles de la televisión y el cine en las que encuentran aquí su oportunidad de lucirse, una lástima. Sobretodo destaca Lucy Hale (Verdad o reto, Scream 4), no tanto por su interpretación sino por el aberrante personaje que interpreta inundada de incoherencias cuanto más se piensa en ella, ciertamente llega un punto en su trama que, con la mano en el corazón, te piensas que es todo una broma. Hay algunas caras bastante familiares como Kim Coates (Sons of Anarchy), Michael Rooker (The Walking Dead, Henry, retrato de un asesino) y Michael Peña (Exorcismo en el Vaticano), este último considerado el protagonista de la cinta no es más que un secundario recurrente.
No es mi intención hacer leña con esta película, pero de verdad, es de chiste. Su introducción puede ser interesante, pero no puede desarrollarse de peor manera, llegando a uno de los finales más desastrosos que recuerdo en una película con producción seria. Esta vez Blumhouse no ha dado en la diana.
Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW
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