Sitges - Perfect Blue review
Título original: Pâfekuto burû
Año: 1997
Duración: 81 min.
País: Japón
Director: Satoshi Kon
Guion: Sadayuki Murai
Música: Masashiro Ikumi
Fotografía: Hisao Shirai
Cerebral y perturbadora.
Perfect Blue es una película fascinante, pues en su muy ajustada duración el viaje psicológico que propone es absolutamente demoledor. Con su protagonista, Mima, cavamos varios niveles de profundidad en su cabeza y, al igual que ella, dejamos de percibir cuánto hay de realidad y cuanto es producto de nuestra imaginación. Y amigos, si estamos hablando de una película de animación japonesa que dura una hora y cuarto y que llegue a estos puntos tan insondables es que se han hecho las cosas bien.
Mima es un j-idol (a.k.a celebridad en Japón) que deja el trío musical con el que ha alcanzado la fama para adentrarse en el mundo de la actuación. Al poco descubre aterrorizada que alguien ha creado una página web haciéndose pasar por ella en el que cuenta todas sus intimidades, el problema es que son todas ciertas.
Con un principio algo lento la película nos va definiendo a Mima como una chica agradable, alegre y bastante ingenua y para nada preparada para lo que se le viene encima. Al tener un ritmo tan pausado y en definitiva, ocurriendo más bien poco sorprende como en un momento dado la película aprieta el acelerador y empieza a empalmar escenas que impactan al espectador hasta el mismo final (la violación falsa es realmente incomoda). Como decía antes, Perfect Blue profundiza de una manera tan grande en la cabeza de Mima que llegas a conocerla de verdad, y te apena ver cómo está siendo manipulada por todo su entorno con mentiras y que no deja de ser una pelele.
Dirige el añorado Satoshi Kon, que falleció en 2010 con solo 46 años, esta fue su primera película tras dirigir algún episodio de la mítica serie JoJo's Bizarre Adventure, en el futuro dirigiría otras películas de gran calidad como Millennium Actress o Paprika, detective de los sueños, siempre con protagonistas femeninas y en un ambiente urbano realista y asfixiante, Perfect Blue fue su obra más representativa. La animación luce casi siempre impresionante, con movimientos vivos y realistas pero percibí en algunas escenas sueltas como la calidad bajaba por momentos (sobretodo al principio de la cinta), pero es hilar muy fino pues en definitiva luce genial. La instrumentación, a cargo de Masashiro Ikumi es de una calidad excelente. De un tiempo a esta parte me voy percatando de una peculiaridad que tiene el cine asiático en general y es que salvo en los papeles principales los más secundarios son unidimensionales, carecen de profundidad o motivación por lo general. Los buenos son muy buenos y los malos son muy malos. En un grupo de personajes todos se comportan de la misma manera y no hay ninguno que parezca distinto. No es un fallo en particular de este film pero también he visto que aparecen momentos como estos, y esto pasa en el cine japonés, chino, coreano...
Perfect Blue es una película muy recomendable, psicológica, cerebral. Con un principio algo lento pero con un ritmo alto en su segunda mitad llega a absorber al espectador en una trama muy densa. Agradece un segundo visionado para acabar de entender la historia que cuenta, y que aunque haya puntos en los que parezca mentira, no tiene ni un cabo suelto.
Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW
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