La Caza review
Título original: The Hunt
Año: 2020
Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Director: Craig Zobel
Guion: Nick Cuse, Damon Lindelof
Fotografía: Darran Tiernan
Música: Nathan Barr
Reparto: Emma Roberts, Betty Gilpin, Hilary Swank, Amy Madigan, Sturgill Simpson, Ethan Suplee
Un delicioso festival de violencia y sangre.
Desde que Richard Connell publicó en 1924 The Most Dangerous Game, el personaje del Conde Zaroff, ese aristócrata cuyo aburrimiento vital le lleva a cazar humanos, ha protagonizado e inspirado muchísimas películas como The Most Dangerous Game en 1932 e incluso Hard Target protagonizada por Jean Claude Van Damme; la última película de este estilo que viene a mi cabeza es The Furies dirigida por Tony D’Aquino.
Los desconocidos despiertan en una hermosa pradera, aun no han conseguido situarse cuando empiezan a abatirlos. Ya llegará el momento de las preguntas, ahora es tiempo de huir, esconderse y, llegado el momento, matar para salvar la vida.
Es La Caza.
Sorprende que La Caza venga de la mano de Damon Lindelof, un autor que levanta odios y pasiones con sus obras; me declaro fan absoluto de The Leftovers – aunque sea un cortavenas de manual – o la irregular Tomorrowland pero es difícil que le perdone su acercamiento al universo de Alien con Prometheus. Y, sin embargo, Lindelof me ha conquistado con este producto, aparentemente ligero pero que resulta una bomba de profundidad, como es La Caza.
El director Craig Zobel ya nos ofreció Compliance en el año 2012 una película que comparte el mismo elemento misantrópico que destila La Caza, pero lo que en Compliance era tensión en aumento, en La Caza es una divertida sátira gore acerca de unos humanos que cumplen al pie de la letra aquello de “Consejos vendo, para mí no tengo”. La dirección de Zobel es dinámica, se ajusta como un guante a la delirante y entretenidísima historia de Damon Lindelof y su socio Nick Cuse, y se maneja igual de bien en las secuencias de acción – atención a los primeros ataques – como en las de personajes.
Si hay algo en lo que sobresale La Caza es en unos personajes exagerados pero efectivos que ayudan a plantear la cuestión central de la película: ¿Qué es más peligroso, el exceso o defecto de corrección política? Ante el espectador desfila un auténtico catálogo de personajes situados en las dos orillas del conflicto y cada no deberá decidir quién tiene razón o si todos se equivocan. Atención al momento en que se revela la razón tras lo que ocurre porque, salvando las distancias, ocurre continuamente en el mundo que nos rodea: es delirante y divertido pero, al mismo tiempo, tristísimo.
Todo en La Caza es luminoso y elegante, incluso las muertes, desmembramientos y explosiones que destrozan cuerpos, y parte del mérito se debe a un casting más que inspirado. Encima de todo colocaremos a la maravillosa Betty Gilpin que va escalando posiciones por mérito propio, se maneja tan bien en los momentos de acción como en aquellos que necesitan de actitudes interpretativas y atención a su personaje de Crystal, que merece otra película. Emma Roberts, por quien tengo autentica debilidad gracias a su Channel Oberlin de Scream Queens, es una robaescenas y saca oro de cada segundo que aparece en pantalla. Hillary Swank ha vuelto al ruedo de las películas divertidas tras una serie de proyectos que minaron su imagen, le sienta bien reírse de sí misma; y otro retorno maravilloso es el de Amy Madigan, - Streets Of Fire - con muchas más arrugas en su rostro pero aun repleta de carisma.
¿Necesitas más razones para ver La Caza?
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
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