For We Are Many review
Título original: For We Are Many
Año: 2019
Duración: 85 min.
País: Reino Unido
Director: Lawrey Brewster, Andrew Ionides, Brad Watson, Paddy Murphy, Carlos Omar de Leon, Matthan Harrys, Dane Keil, Mark Logan, Mitch Wilson
Guion: Lawrey Brewster, Andrew Ionides, Brad Watson, Paddy Murphy, Carlos Omar de Leon, Matthan Harrys, Dane Keil, Mark Logan, Mitch Wilson, Vorasine Vince Phromanny
Fotografía: David M. Brewer, Ben Enke, Barry Fahy, Tod Wenkins, Devin Walker
Reparto: Laurence R. Harvey, Eileen Dietz, Nicholas Vince, Matthew Winters, Kristyna Ahlers
Entretenido e irregular catálogo de demonios.
Me gustan las cintas de segmentos ya que si uno no te convence, solo tienes que esperar antes que llegue el siguiente. Entre mis favoritas de este subgénero se encuentran las clásicas Dead Of Night y Asylum; ya en tiempos más cercanos reivindico Southbound, V/H/S y la muy desconocida Galaxy Of Horrors.
Un rey huye de sus asesinos y tiene un encuentro con un misterioso ser que le ofrece pasar sus últimos momentos leyendo un decálogo sobre demonios que aparecen a lo largo del tiempo y el espacio.
Pero últimamente encuentro un error en las cintas de segmentos, y es el pensamiento equivocado de que más es mejor, cuando suele ser al revés: un exceso de historias no deja generar atmósferas, no permite que las historias se desarrollen y, con ello, baja el impacto sobre el espectador. En For We Are Many – me rompí la cabeza pensando cómo se traduciría y significa “somos legión” en inglés antiguo – las historias se suceden unas tras otras, buscando la diversión y el impacto cuando, realmente, solo lo consigue en contados momentos. ¿Para qué metes una presencia tan inquietante como la de Laurence R. Harvey si tiene un papel ridículo? ¿Por qué no agrupas los recursos en pocas historias y, con ello, consigues maquillajes demoniacos que funcionen mejor? Y es que en el caso de For We Are Many, más significa menos.
Hay muchas historias, 13 para ser exactos, y la mayoría son un “pim, pam, pum, otra” que no deja huella en el espectador; las tenemos absurdas, otras que solo entiende su escritor, y al tener varios directores y equipos técnicos falta cierta homogeneidad en el conjunto, como esa cinta agotadora que fue The ABC’s of Death.
Curiosamente los mejores segmentos van justo en el ecuador de la cinta, relatos impactantes con muy buenos efectos, como son The Damned Statue, la terrorífica Three Times Round y la que se desarrolla en un tren – son tantas historias que a pesar de haberme repasado los títulos de crédito no llegué a adivinar cómo se llamaba - que llegan a unos niveles tan altos que las anteriores y posteriores quedan deslucidas
For We Are Many se queda en la superficie de algo que podría haber sido muy disfrutable. Eso no significa que su visionado sea una tortura, al fin y al cabo las historias son cortas, pero deja la sensación de oportunidad perdida.
Firma: Javier S. Donate.
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