Título original: It Chapter Two
Año: 2019
Duración: 169 min.
País: Estados Unidos
Director: Andy Muschitetti
Guion: Gary Dauberman, Jeffrey Jurgensen, Stephen King
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía. Checco Varese
Reparto: Jessica Chastai, James McAvoy, Isaiah Mustafa, Jay Ryan, James Ransone, Bill Hader, Andy Bean, Bill Skarsgard, Xavier Dolan, Will Beinbrink
Todo iba bien hasta que dejó de hacerlo.
En 2017 el director argentino Andy Muschietti sorprendió a todos con una adaptación de la famosa novela de Stephen King, un trabajo con una dificultad extrema, pues es un libro de 1500 páginas con múltiples saltos temporales y algo rocambolescas. Y fue una buena decisión la de separarla en dos partes (motivos recaudatorios aparte) contando la etapa de los niños de manera lineal en primer lugar y una segunda parte ya de adultos para finalizar la historia. Un problema de esta cinta es que aprovechando el tirón del buen hacer que dejaron los chavales nos los meten en esta también corrompiendo la idea inicial y en mi opinión, la mejor opción.
Han pasado 27 años desde la pesadilla de Pennywise, los chicos han crecido y han rehecho su vida, la mayoría fuera de Derry y olvidando, de manera mágica, los hechos que allí ocurrieron. Pero hay motivos para pensar que el payaso ha vuelto y un viejo juramento les obliga a volver y acabar de una vez por todas con el ser diabólico.
La primera parte dejó un buen sabor de boca a la audiencia, el carisma de sus personajes, algunas escenas realmente terroríficas, su fantástica historia... Todo lo necesario para tener expectativas muy altas para con esta secuela. Desgraciadamente, pese a que la película tiene una factura impecable, el argumento no está tan afinado y se esfuerce tanto en no entretener al público. Pues sorprende ver que una película de casi tres horas ocurran tan pocas cosas y cuando intenta sorprender no son más que refritos de escenas anteriores.
El personaje de James McAvoy es ahora guionista de cine y es una especie de pequeño alter ego del propio Stephen King, al que se le acusa, como también le ocurre al escritor, de hacer buenas historias pero de terribles finales. Lo interpreto como una advertencia para con el final de la película, que sin entrar en spoilers, es ridículo por no decir lamentable y te hace preguntar si de verdad te están tomando el pelo.
Dirige, como no podría ser de otra manera, Andy Muschietti (Mamá, It), el director ha logrado tener un estilo muy depurado y limpio (dentro del contexto) y realmente tiene un futuro absolutamente prometedor. Pero en esta película su mayor hándicap es el ritmo para una duración tan larga. La importante presencia de sus versiones jóvenes parece más una estrategia para mantener el carisma de unos jóvenes actores que encandilaron en la primera parte, pero en esta no hacen más que dilatar una historia que no lo necesitaba y añadir demasiado contexto a los personajes. En notas positivas destaco el diseño de los monstruos y versiones de Pennywise, muy logradas y con cierto regusto a cine de serie B que le sienta genial. En las malas la increíble proliferación de jump scares que inundan cada escena de terror de la película, algo sorprendente, pues en la primera parte, aunque ciertamente estaban presentes, lo hacían con mucha más sutilidad y contención que en esta.
Hay que mencionar el impecable casting de las versiones adultas que, opinión personal, ya estarían atados antes de la primera parte, pues el parecido a sus versiones jóvenes es absoluto. Protagonizan un montón de caras conocidas como James McAvoy (Múltiple, Victor Frankenstein) y Jessica Chastain (La Cumbre Escarlata, Mamá), quienes no están especialmente inspirados, A McAvoy se le ve sobreactuado e histriónico, y a Chastain más correcta en escenas en solitario pero con ninguna química con el resto de personajes. Para el resto del reparto protagonista destaco a Bill Hader (Saturday Night Live) y a James Ransone (Sinister, Prom Night), potenciando su vis cómica (en ocasiones en exceso) pero el único asidero para ver una película entretenida. En cuanto a Bill Skarsgard no me asombró en la primera parte y creo que en esta sale mucho mejor parado, no solo por su intensa interpretación, el hecho de que su presencia en pantalla sea bastante menor hace que sus apariciones sean más potentes.
Película impecable en dirección y producción, pero que hace aguas como producto de entretenimiento. Honestamente creo que habría brillado más como una miniserie de seis horas que en dos películas de tres, pues el público televisivo es más proclive a ver historias con mucho contexto y trasfondo, no tanto los espectadores de cine, que tras dos horas ya no sabes cómo sentarte en la butaca.
Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW
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