Body at Brighton Rock review


Wendy trabaja como guía forestal en un parque y ese día, por hacer un favor a su amiga Maya, cambia turnos y se interna en los senderos del bosque. Craso error Wendy, primero porque te perderás y luego, mala suerte, te topas con un cadáver. Las órdenes son claras: debes permanecer junto al cadáver hasta que llegue el equipo y eso no ocurrirá hasta el día siguiente. La noche será larga y los sonidos del bosque no auguran nada bueno.

Título original: Body at Brighton Rock

Año: 2019

Duración: 87 min.

País: Estados Unidos

Director: Roxanne Benjamin

Guion: Roxanne Benjamin

Fotografía: Hanna Getz

Música: The Gifted

Reparto: Karina Fontes, Casey Adams, Emily Althaus, Miranda Bailey


Una sorpresa divertida, sencilla y efectiva.

Por prescripción médica, nunca veo trailers y evito leer las opiniones de otros espectadores cuando me siento a ver una película; una vez terminada ya puedo sentarme a ver si mi opinión es general o si, como en este caso, voy a contracorriente.


Wendy trabaja como guía forestal en un parque y ese día, por hacer un favor a su amiga Maya, cambia turnos y se interna en los senderos del bosque. Craso error Wendy, primero porque te perderás y luego, mala suerte, te topas con un cadáver. Las órdenes son claras: debes permanecer junto al cadáver hasta que llegue el equipo y eso no ocurrirá hasta el día siguiente. La noche será larga y los sonidos del bosque no auguran nada bueno.

Body at Brighton Rock tiene una premisa sencilla, tan sencilla que podría ser un cortometraje o una historia de los comics de El Guardián de la Cripta: pasar una noche junto al cadáver de un desconocido. Roxanne Benjamin, en su puesta de largo tras los segmentos rodados para dos películas de antología como V/H/S y Southbound, apuesta por el minimalismo y aunque su ópera prima parece demasiado sencilla de primeras, casi anodina, construye una historia que apela a los primeros tiempos de la humanidad: una hoguera para ahuyentar la oscuridad y a los animales, las estrellas y el terror ante lo desconocido. Aunque cuenta con pocos elementos, el guion en ágil, divertido y, lo principal, va a más cada pocos minutos. La sencillez de su propuesta nos remite al mundo de Andy Mitton en sus cintas We Go On y The Witch In The Window… Y lo dejo ahí para generar interés.

No todo es perfecto en Body at Brighton Rock, cierto, la fotografía de Hanna Getz va justita muchas veces, sus noches son demasiado luminosas para la inquietud que debe provocar; al mismo tiempo la música de The Gifted está demasiado presente, posiblemente por el miedo de Roxeanne Benjamin a perder el interés del público, y con ello desaprovecha algo que da realmente terror: los sonidos en la oscuridad, los crujidos que surgen de entre los árboles y despiertan los peores augurios.


Imposible no rendirse ante el encanto que transmite la actriz Karina Fontes, esos bailes ridículos que ejecuta por el bosque antes de encontrarse con el cadáver, podríamos exigirle un poco más de crescendo terrorífico pero cumple sin problemas aunque la torpedad de su personaje a veces irrite; Casey Adams resulta más justito, un mejor actor podría haber generado una mayor inquietud, pero tengamos en cuenta que aparte de actor es un especialista y ahí sí que funciona.

Si buscas acción desde el minuto cero, Body … te decepcionará, lo mismo si necesitas que el terror brote de la pantalla a borbotones porque hay sangre pero llega al final. Mi recomendación para ver Body at Brighton Rock es esta: no veas el tráiler porque te vende una película distinta, disfruta con esta noche infernal y esas sorpresas que Roxeanne Benjamin va soltando gota a gota para que cuando llegues al final descubras que sí, Body at Brighton Rock es una película de terror a la vieja usanza. Como esos cuentos de miedo que contaban nuestros antepasados a la luz de la hoguera.

Firma: Javier S. Donate.