Les Misérables review


Stéphane es un policía llegado de Cherburgo, que va a parar en la Brigada Anti-Crimen de Montfermeil, una localidad al norte de París. Sus compañeros de equipo, Chris y Gwada, le enseñan enseguida las tensiones entre las diferentes bandas de la ciudad. Durante una detención, un dron graba cada acción que realizan.

Título original: Les Misérables

Año: 2019

Duración: 102 min.

País: Francia

Director: Ladj Ly

Guion: Ladj Ly, Giordano Gederlini, Alexis Manenti

Música: Pink Noise

Fotografía: Julien Poupard

Reparto: Damien Bonnard, Alexis Manenti, Djibril Zonga, Issa Perica, Al-Hassam Li, Jeanne Balibar.


Una violenta realidad en bruto.

El film noir, nombre de etiqueta de lo que en otras partes del mundo llamamos thriller, tiene una larga y exitosa trayectoria en Francia desde que el cine es cine. Pero no nos engañemos, Les Misérables coge un poco de eso, pero también se zambulle en el periodo oscuro, que quizá no esté solucionado del todo en la actualidad, de la rebelión de la emigración en los barrios periféricos de las grandes ciudades (banlieue), como es Paris.


Los cineastas en aras, creemos, de buscar cierta empatía por parte del público, mayoritariamente ruedan desde el punto de vista del desvalido, del marginado y de aquel que cree tener la razón y busca su particular método de justicia. Ladj Ly, curiosamente integrante de estos últimos, se atreve a mostrarnos la visión del otro lado, del poder, de la policía, del estado. Esto no lo hace de manera contundente si no que expone las dudas y golpes morales de unos miembros de las brigadas anti criminales francesas que se tienen que enfrentar a un polvorín, dónde las etnias luchan entre ellas para conseguir su parcela o trozo de poder.

Stéphane es un policía llegado de Cherburgo, que va a parar en la Brigada Anti-Crimen de Montfermeil, una localidad al norte de París. Sus compañeros de equipo, Chris y Gwada, le enseñan enseguida las tensiones entre las diferentes bandas de la ciudad. Durante una detención, un dron graba cada acción que realizan.

Como si fuésemos un compañero más, patrullamos con ellos por las calles, asistiendo a la perplejidad de Stéphane al ver los métodos no muy ortodoxos de sus camaradas. Lo que en principio parece un drama costumbrista, acaba convirtiéndose en una espiral de violencia al intentar arreglar el trío protagonista por su cuenta una situación provocada al saberse grabados.

Ese cambio de registro que en principio parece chocante, da sentido a una cinta que estaba destinada a algo con una moraleja fácil. El estallido que hemos mencionado antes quiere reflejar los sentimientos de los habitantes de unos suburbios donde parece que la esperanza queda muy lejos. Es una violencia que estaba latente y que acaba por explotar de una manera salvaje muy bien llevada a la pantalla. Hay momentos en que sentimos autentico miedo, no tanto por la parte más física, sino por la rabia que los personajes destilan y que traspasan la pantalla.

El guion es de altura, aunque abusa en exceso de moraleja. Si se hubiera centrado más en los hechos estaríamos ante una película redonda que habría alcanzado los altares de ese film noir del que quiere beber.


El trío protagonista está encabezado por un excelente Damien Bonnard (Dunkerque), seguido por Alexis Manenti y Djibril Zonga.

Estamos ante un film de aquellos que no esperas mucha cosa pero que te acaban sorprendiendo. Es muy entretenido a la par que impactante. No es de extrañar que haya tenido cierto reconocimiento por parte de la crítica. Nosotros os lo recomendamos si os gusta el thriller con alguna cosa más.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan