Entrevista a Joe Penna director de Arctic

Entrevista realizada en el Festival FANT Bilbao 2019 a Joe Penna director de Arctic.


¿Cómo ha sido su experiencia trabajando con Mads Mikkelsen?

Es un actor fantástico que dice mucho con una mirada o un gesto. Cuando supe que lo tenía en el proyecto respiré porque sabía que podía hacerlo. Nos entendimos perfectamente y la mejor manera de llevar este proyecto fue no hablar, no hablar de la historia pasada del personaje. Cada uno, tanto Mads como yo teníamos una historia en la cabeza, cómo podía haber sido su vida pero no lo hablamos así que a la hora de hacer una escena cada uno actuaba en función de su percepción del personaje. Si había algún momento en que no coincidían nuestros enfoques nos decíamos “oye, vamos a intentar esto de otra manera a ver cómo sale”. Ha sido muy sencillo trabajar con él.


¿Cómo es posible hacer una ópera prima con una película técnicamente tan complicada?

Es la película técnicamente más complicada que he hecho, claro que también es la primera. Para Mads fue también el rodaje más difícil de su carrera. Tuve que confiar en mis productores, que sabían mucho acerca de Islandia, y crear un equipo local. Por ejemplo,  teníamos un cámara nominado por la academia  varias veces y dos semanas antes de empezar a rodar tuvimos que sustituirlo porque no se hacía con la climatología islandesa, el frio, así que contratamos a un cámara local cuya única experiencia eran dos documentales pero al ser de la zona se manejaba mucho mejor.

¿Se añadió algo del clima en postproducción?

Hubo bastante postproducción sobre todo en los efectos de la nieve, por ejemplo borrar las huellas ya que cada vez que se movía Mads la cámara lo seguía


¿El oso que aparece es de postproducción?

Os voy a contar la historia del oso polar. Hablamos con los encargados de efectos especiales de The Revenant, la película con Leonardo Di Caprio y nos preguntaron cuál era el presupuesto. Les dijimos que dos millones y respondieron que con eso no bastaba para hacer un solo frame del oso polar; entonces nos dimos cuenta que ellos pensaban que esos dos millones era el dinero para la postproducción digital y no todo el presupuesto con el que contábamos para Arctic. Entonces empezamos a buscar osos polares en zoológicos y terminamos por encontrar en internet el video de un hombre nadando con un oso polar, así que nos pusimos en contacto con los autores y descubrimos que poseían un oso polar. Resultó que eran fans de Mads Mikkelsen y a cambio de un DVD de la película firmado por Mads nos rebajó tanto el presupuesto que perdió dinero. Al final fueron seis horas de rodaje con el oso polar, con un equipo reducido ya que al estar en semi libertad no está acostumbrado a tratar con mucha gente. La persona que aparece en la película con la antorcha era yo, ya que fui de las pocas personas con permiso para trabajar con el oso. Y es la mejor interpretación en la película (risas).

¿Cuánto duraron el rodaje y la postproducción?

Aunque el plan de rodaje era de 30 días, debido al tiempo solo pudimos rodar 19, la postproducción fue más larga pero tuvimos la suerte que Mads siempre llevaba la misma ropa y la misma parca, así que en lo postproducción se utilizaron muchos planos “robados” de Mads; por ejemplo hubo un momento que él estaba pensativo, con los cascos, escuchándome a través de la cámara y ordené rodar porque me parecía perfecto.


¿Cómo fue estrenar en Cannes?

Increíble, no es normal que tengas a Mads Mikkelsen en tu primera película y estrenes en Cannes. Había enseñado la película a unas cincuenta personas, Mikkelsen, amigos… y de pronto llegar a Cannes con un público de más de dos mil personas todos vestidos con smoking y una ovación de diez minutos es algo que te cambia la vida, te cambia la carrera. Para mí, que ahora mismo estoy trabajando en la segunda película y estoy hablando con actores de renombre para la tercera, me ha hecho consciente de todo lo que va a costar seguir este camino, el trabajo y la dedicación que le debo.

¿Cómo fue la dirección?

En los primeros veinte minutos de película quería un aire de documental, solo planos fijos; cuando llega el peligro, cuando aparece el oso polar, ya utilicé cámaras con detector del movimiento y para el movimiento de los humanos usé movimientos de cámara. La intención era que las imágenes reflejaran qué tenía Mads en la cabeza.


¿Cuál es tu película de terror favorita?

Una película de Robert Bresson llamada A Man Escaped que me genera muchas sensaciones.