Título original: The Night Sitter
Año: 2018
Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Director: Abiel Bruhn, John Rocco
Guion: Abiel Bruhn, John Rocco
Música: Rob Himebaugh
Fotografía: Scotty G. Field
Reparto: Elyse Dufour, Jack Champion, Jermaine Rivers, Amber Neukum, J. Benedict Larmore, Ben Barlow, Bailey Campbell, Joe Walz, Deanna Meske, Manny Sandow, Luna Devika, Victoria Graham, Alyx Libby, Scott Marche, Jazmine Yurtin, Riley Gallagher, Madeline Grayson, Tahany Hmaid
Nunca hacer de canguro fue tan complicado.
Ah, esa costumbre tan americana de salir a cenar dejando a tus hijos en manos de completas desconocidas. Todas esas carreras universitarias que se han pagado aguantando a los hijos de otros durante toda la noche. Y sobre todo ¿Qué sería de los psicópatas si no existieran las canguros? El mundo de las babysitters (aka Canguros) ha dado muchas alegrías al aficionado al género: cómo olvidar a la pobre Laurie Strode en el clásico Halloween, y recientemente tuvimos dos refrescantes propuestas como The Babysitter con Samara Weaving desplegando su encanto a manos llenas y Better Watch Out de Chris Peckover, una siniestra vuelta de tuerca al mundo de las canguros. The Night Sitter comparte con las cintas anteriores su mezcla entre humor negro, terror y un ritmo perfecto.
Amber acude a una casa situada en un barrio adinerado. El trabajo es sencillo, aguantar durante unas horas a dos niños mientras los padres se van a cenar, el problema es que Amber tiene la idea de llevarse todo objeto de valor que encuentre en la casa y tras una puerta, cerrada a cal y canto, hay varios peligros ocultos; es tiempo de cambiar los planes.
La ópera prima de Abiel Bruhn y John Rocco parte de un elemento muy destacable: tal como dijo Steven Spielberg, hay que rodar cintas que uno quiera ver en el cine. Esto se nota porque han dejado a un lado cualquier tema sesudo y en apenas diez minutos, tras una rápida presentación de personajes, la historia ya ha empezado a rodar y desde ese momento, hasta el final, el espectador no va a tener un momento de respiro. Bruhn y Rocco han tomado un camino intermedio y la historia no se centra en el niño ni en la niñera, sino que ambos tienen sus propias tramas hasta hacerlas coincidir a mitad de cinta.
Sorprende el homenaje, ¿o tal vez plagio?, de los directores han hecho a Darío Argento llamando Las Tres Madres a las terribles antagonistas que, una vez despiertan, hacen la vida imposible a los protagonistas con sus malas intenciones. No falta un solo cliché en The Night Sitter: el niño sesudo, traumas infantiles, novios que se cuelan en la casa, trampas fabricadas con elementos a mano… Pero la maniobra funciona bien ya que la intención es entretener y si das explicaciones innecesarias corres el riesgo de perder al espectador por el camino. Tal vez la cinta se resienta al meter demasiados personajes en la trama, lo que resta presencia a los protagonistas, pero se entiende que la intención es que el ritmo no decaiga y haya mayor número de muertes en pantalla.
No puedes lograr que The Night Sitter funcione si el trabajo actoral no acompaña, y aquí han acertado de pleno ya que tanto Elyse Dufour como Jack Champion, respectivamente la canguro aburrida y niño repelente, tienen química desde el primer plano, esto no es solo por sus actuaciones sino que las mejores líneas de guión son los diálogos entre ambos. El resto de los personajes cumplen con su función, a destacar Bailey Campbell como Ronnie, el segundo niño, que despierta las carcajadas cada vez que aparece en pantalla. Las cuestiones técnicas son funcionales, cumplen sin más, pero aportan su granito de arena a una cinta que es una fiesta de principio a fin.
The Night Sitter tiene carisma y, por eso mismo, se merece entrar por méritos propios en el subgénero “Mundo Babysitter”. Te gustará si entras al juego sin prejuicios y con ganas de pasar una hora y media muy entretenida.
Firma: Javier S. Donate.
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