Await Further Instructions review


Nick hace años que no tiene ningún contacto con su familia, pero esto acaba cuando llega para nochebuena para presentar a su novia. Que ella sea india y sus parientes bastante conservadores no hacen esperar una tranquila velada, pero nada de eso es comparable cuando a la mañana siguiente descubren que todas las salidas están bloqueadas y tienen a los extraños mensajes de la televisión como única fuente de información.

Título original: Await Further Instructions

Año: 2018

Duración: 90 min.

País: Reino Unido

Director: Johnny Kevorkian

Guion: Gavin Williams

Música: Richard Wells

Fotografía: Annika Summerson

Reparto: David Bradley, Abigail Cruttenden, Holly Weston, Sam Gittins, Grant Masters, Neerja Naik, Kris Saddler


Ciencia ficción y terror con sabor añejo.

Como nos suele pasar, aunque intentemos con todas nuestras fuerzas evitar las expectativas hay ocasiones en las que es imposible no llegar a la sala muerto de ganas de ver tal nueva entrega de una saga o el nuevo trabajo de un director TOP. Pero hay ocasiones en las que no conocías la existencia de una película hasta prácticamente sentarte en la butaca y gracias a esto puedes verla con una contaminación 0 y estar totalmente a merced de lo que sea que vayas a ver. Y esto no hace que una película sea mejor por ello pero si que es una grata sorpresa cuando de la nada aparece una cinta la mar de interesante y entretenida. Este ejemplo es perfecto para Await Further Instrucions.


Nick hace años que no tiene ningún contacto con su familia, pero esto acaba cuando llega para nochebuena para presentar a su novia. Que ella sea india y sus parientes bastante conservadores no hacen esperar una tranquila velada, pero nada de eso es comparable cuando a la mañana siguiente descubren que todas las salidas están bloqueadas y tienen a los extraños mensajes de la televisión como única fuente de información.

Película de comedia negra y ciencia ficción con toques de terror que hace una nada escondida crítica sobre los valores de hoy en día y la devoción por la televisión como fuente incorruptible de información. La película nunca se desvía de este camino, al contrario, lo va potenciando cada vez cuanto más tiempo pasan encerrados. Cinta que ocurre enteramente dentro de una típica casa británica de suburbios y con pocos personajes, esto hace que todos tengan que estar definidos en todo momento lo que provoca la antipatía del espectador al ver la estupidez absoluta de la mayoría de personajes quienes la paranoia, la presión y el estrés hacen sacar sus verdaderas personalidades. Aún así la cinta no termina de arrancar del todo, se van sucediendo las peleas los unos con los otros pero las malas decisiones que se toman te van sacando de la cinta constantemente. Aún así no llega a ser un problema demasiado grande al tener un ritmo bastante intenso.


Segundo largometraje para Johnny Kevorkian tras la lejana The Disappeared (2008), una correcta ambientación de los 90 aunque la gama cromática es un tanto fría. El guion de Gavin Williams es entretenido y fácil de seguir pero tal vez hubiera sido una mejor opción haberlo incluido en un episodio de alguna antología de terror adaptándolo a una pieza de 40-50 minutos, incluso como capítulo de Black Mirror hubiera funcionado. Reparto muy corto pero solvente, destacan por encima de todos David Bradley (Doctor Who, The Lodgers) como el abuelo racista y cascarrabias que suelta oro cada vez que abre la boca y Grant Masters, intenso papel interpretando al padre de familia y principal responsable de todo el caos.

Película recomendable sin más pretensiones que entretener y dejar una reflexión y crítica encima de la mesa. Principalmente gustará a los amantes del Sci-Fi de serie B.

Firma: Oriol Hernández.