Título original: Abrakadabra
Año: 2018
Duración: 70 min.
País: Argentina
Director: Luciano Onetti, Nicolás Onetti
Guion: Carlos Goitia, Luciano Onetti, Nicolás Onetti
Música: Luciano Onetti
Fotografía: Carlos Goitia, Lucino Onetti
Reparto: German Baudino, Gustavo D’Allesandro, María Eugenia Rigon, Raúl Gederlini, Clara Kovacic, Juan Bautista Massolo
El giallo llevado a su máxima expresión.
Como todo buen giallo, Abrakadabra profundiza en la forma dejando el fondo en segundo plano. Es como una excusa para mostrarnos todo el universo visual que los hermanos Onetti hacen aparecer de su chistera creativa, y nunca mejor dicho.
Su vuelta al giallo intenta aportar frescura, y digo intenta porqué el resultado no difiere mucho de sus anteriores trabajos (Sono Profondo, 2013 y Francesca, 2015), encontrando a faltar algo más novedoso que justifique su vuelta a un subgénero que hoy en día parece algo desfasado, a pesar de los intentos recientes de volverlo a hacer florecer.
Como hemos comentado, la historia parece un elemento más del abundante atrezo que no escatima, todo hay que decirlo, ningún elemento clásico de este tipo de cintas. Por lo tanto pasa ante nuestros ojos casi imperceptiblemente, tanto, que se vuelve hasta ininteligible, notándose excesivamente la carencia de algún tipo de coherencia narrativa.
Dante, El Grande, es un prestigioso mago que muere en un desgraciado accidente en plena función. Años más tarde su hijo Lorenzo, también prestidigitador, presenta un espectáculo de magia en uno de los principales teatros de la ciudad. Una serie de asesinatos se suceden intentando incriminarle. Lorenzo tiene que descubrir quién y por qué intenta involucrarlo antes de que sea demasiado tarde.
Es bastante inusual que comentemos de manera principal la música. En esta ocasión está a cargo de Luciano Onetti, y es que aparte de ser una parte importante de la cinta, acaba convirtiéndose en el motivo principal para recomendar su visionado. Sencillamente genial, da totalmente en el clavo llevándonos por dónde quiere arrastrándonos, sin encallarse, por los caminos del terror psicológico más perturbador. Recomendamos no abandonar la sala al salir los créditos, puesto que lo haremos acompañados por unos electrizantes sonidos bastantes próximos al free jazz más milesdavisiano.
La fotografía a cargo de Carlos Goitia y Lucino Onetti se mueve dentro de los derroteros del más puro giallo clásico. Rojos llamativos, oscuridad llevada a la máxima expresión y terroríficos primeros planos. Todo esto para resaltar una recreación perfecta del cine que se hacía en la década de los ochenta, con todo tipo de detalles.
Agradecer que el idioma empleado en los diálogos sea el italiano, no por el hecho de ser más comprensible, sino por ser el idioma perfecto para expresar unas situaciones que con ese toque fonético ayudan a desintoxicar la ya de por sí poco convincente trama.
En las interpretaciones nos encontramos con German Baudino y María Eugenia Rigon en los papeles principales. Les secundan Gustavo D’Allesandro, Raúl Gederlini y Clara Kovacic.
Para finalizar comentar que estamos ante una película apta cien por cien para los amantes del giallo. El que no sea muy fan de este subgénero mejor que se dedique a mirar otras cosas, aunque mejor no olvide que solo por la banda sonora vale la pena realizar un intento.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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