Título original: No Dormirás
Año: 2018
Duración: 105 min.
País: Uruguay
Dirección: Gustavo Hernández
Guion: Juma Fodde
Música: Alfonso González Aguilar
Fotografía: Guillermo Nieto
Reparto: Belén Rueda, Eva de Dominci, Natalia de Molina, Germán Palacios, Eugenia Tobal, Susana Hornos, Juan Manuel Guilera, Joche Rubio
Buena idea, pero no sabe a dónde quiere ir a parar.
Vamos con el contexto. Durante los años 70 y 80 se hicieron diferentes experimentos sobre la privación del sueño para ver como se comporta el cuerpo, y sobretodo el cerebro, ante la falta de descanso. Incluso en épocas anteriores se utilizaba como método de tortura. Esta cinta utiliza este elemento como hecho diferencial, y a priori, bastante interesante como principio de argumento para una película de terror. Pero desgraciadamente aquí terminan las buenas ideas.
Bianca es una joven actriz que debe cuidar de su padre enfermo a la vez que intenta prosperar en su carrera como actriz. Un día recibe una oferta como protagonista en la obra de una extraña compañía que como requisito para el papel será privarse de dormir durante los días antes del estreno.
Y a partir de una introducción que despierta cierto interés en el espectador, la cinta va para abajo con cierta velocidad. La película va tocando todos los clichés del género sin inventar nada demasiado novedoso. Es remarcable, lo mucho que se parece esta cinta a la primera de Insidious, a la que coge varias ideas y las adapta en esta. Además su rocambolesco argumento no hace más que enmarañarse en si mismo hasta no dejar bien claro la línea general. Una vez terminada No dormirás no sabes bien quien eran los héroes y quiénes los villanos. Ahí hay un importante problema de guion.
Dirige su segunda cinta de terror Gustavo Hernández, que ya nos trajo en 2014 la peculiar Dios Local, en términos generales de dirección es correcto pero, aún así, adolece de muchos problemas. Logra explotar el escenario del hospital psiquiátrico de manera correcta, aunque los personajes quedan algo desdibujados por el continuo giro argumental al que se ven sometidos. Las escenas de terror tampoco es que sean una maravilla, todas recurren al jump scare de manual y poco más. Hay veces que crea tensión con un acertado manejo de la edición pero siempre acaba optando por la resolución fácil. Además hay algunas escenas con una cámara lenta totalmente injustificada que resta puntos a la escena. Se entiende que pueda aparecer un momento, pero la escena en cuestión es tan larga (y toda ella en cámara lenta) que acaba pareciendo una parodia.
Protagoniza la joven Eva De Dominici, su personaje es el más interesante de la cinta, la única que logra importarte y con su interpretación, a caballo entre lo vulnerable y lo resolutivo, se hace destacar sobre todo lo demás. No puedo decirse lo mismo de la española Belén Rueda, que vuelve al terror tras El Orfanato (2007) y Los ojos de Julia (2010). En esta cinta se la ve sobre actuada e histriónica, interpreta a una artista vanguardista sobrada de autoestima que hace que tenga algunas líneas de diálogo de auténtica risa.
Es una película floja, no es un absoluto desastre pero su falta de ritmo, su guion rocambolesco, sus sustos que se ven de una hora lejos, sus extrañas decisiones en la dirección... hacen que no sea una cinta demasiado recomendable a los amantes del terror, a no ser que seas un amante ferviente del género que necesites tu dosis semanal y esta sea la única opción.
Firma: Oriol Hernández.
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