Amityville: El Despertar review
Título original: Amityville: The Awakening
Año: 2017
Duración: 85 min.
País: Estados Unidos
Director: Franck Khalfoun
Guion: Franck Khalfoun
Música: Robin Coudert
Fotografía: Steven Poster
Reparto: Bella Thorne, Cameron Monaghan, Mckenna Grace, Jennifer Jason Leigh, Jennifer Morrison, Taylor Spreitler, Thomas Mann
Una casa que ya no da para más.
Vayamos por partes, el 14 de noviembre de 1974, Ronnie DeFeo asesinó con una escopeta a toda su familia mientras esta dormía. Durante los interrogatorios, Ronnie argumentó que unas voces le ordenaron que lo hiciera y aunque acabó con cadena perpetua este caso despertó el interés de Hollywood para crear una nueva franquicia de películas de terror, que ayudándose de la peculiar fachada de la casa, alcanzaría más de una docena de cintas hasta nuestros días, aunque salvo la primera, The Amityville Horror (1979), el resto han sido subproductos de dudosa calidad. Amityville: El Despertar, no es para nada, una excepción.
Belle y su familia se mudan a una nueva casa para poder cuidar mejor de su hermano gemelo, quien lleva años en coma. A los pocos días empieza a mejorar para sorpresa de todos, pero cuando Belle descubra el pasado de esa casa comprenderá la maldición que está a punto de caerles encima.
Esta cinta, que no inventa absolutamente nada, cuenta una historia un millón de veces vista, pero lo hace sin ganas, sin pasión de ningún tipo. Parece más bien que debían hacerla por compromiso y echaron mano del manual de los recursos. Y es que están todos. ¿Hija incomprendida? Correcto ¿Hermana pequeña “creepy”? La tenemos. ¿Mascota con dudoso futuro? Ahí está. ¿Jump scares masivos completamente gratuitos? Ni lo dudes. Y podría seguir con lo típico, pues aquí no falta ninguno. Utiliza la primera cinta de Expediente Warren para copiar algunas de sus escenas, pero muchísimo menos efectivas lo cual es sintomático de que la nueva oleada de películas de terror empieza a estar pasada de moda. Incluso utiliza elementos de metacine de una manera similar a la que hiciera Scream en su día, y de paso homenajea a la primera cinta de Amityville del 1979, lo cual tiene su gracia pero, como el resto de la película, está hecha sin ganas ni ilusión. Parece que lo hayan utilizado para aprovechar la moda viral más que por amor al clásico.
Dirige y escribe Franck Khalfoun (I-Lived, Maniac), trabajo insípido y anodino del cineasta que es capaz de mucho más, tal vez un excesivo encorsetamiento de parámetros haya jugado en contra del resultado final (algo bastante comprensible) pero hay que tener los recursos para hace un cambio de timón si ves que la cinta esta quedando totalmente descafeinada. También es alarmante la falta de ideas en las escenas de terror, todas copian una u otra escena, a veces de manera menos sutil de lo que cabría esperar y cuando no hay ideas pues se mete un golpe de sonido y arreando. Muy deficiente en este aspecto. Protagoniza Bella Thorne (The Babysitter, No dejes de mirar) con un personaje trillado, sin personalidad más allá de los conflictos propios de la edad, como el resto de la cinta, nada memorable que no deja de ser una herramienta para desarrollar una historia que se puede escribir en dos folios. Anda por ahí Jennifer Jason Leigh (El maquinista, Los odiosos ocho) con, probablemente el personaje más interesante de la cinta y la única con un giro de guion que aunque no derrumbe el mundo tal y como lo conocemos sí que puede llegar a sorprender al espectador. Y Jennifer Morrison (El último escalón, The Darkness) que no se sabe qué pinta en la cinta, pues su impacto en la misma es totalmente insustancial.
Blumhouse suele darnos una de cal y otra de arena, y en este caso ha salido una de las malas. No es una cinta que pueda recomendar, no es terrorífica, ni divertida, ni original. Nada en ella deja una marca en el espectador, ni de manera positiva ni negativa, por tanto, yo la dejaría pasar y a esperar alguna cosa algo más decente.
Firma: Oriol Hernández.
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