The Boy review
TÃtulo original: The Boy
Año: 2015
Duración: 110 min.
PaÃs: Estados Unidos
Director: Craig William Macneill
Guion: Craig William Macneill, Clay McLeod Chapman
Música: Volker Bertelmann
FotografÃa: Noah Greenberg
Reparto: Jared Breeze, David Morse, Rainn Wilson, Mike Vogel, Zuleikha Robinson, Bill Sage, Aiden Lovekamp, Amalia Santa Maria, David Valencia
Este niño es un demonio.
Como indica el tÃtulo, toda la pelÃcula se centra exclusivamente en el niño, interpretado magistralmente por el pequeño Jared Breeze. Un crÃo retorcido y maquiavélico, carne de manicomio, heredero natural de Norman Bates, y una mezcla de Macaulay Culkin en El buen hijo, Chuckie y el anticristo. Si, asà de malo.
John y Ted son un padre e hijo que regentan un viejo motel de carretera. La vida es solitaria, y los pocos amigos que consigue hacer Ted se marchan al poco tiempo de llegar.
Está rodada inteligentemente por su director Craig William Macneill, pues puede cansar un ritmo tan lento y silencioso, planos muy largos con poco dialogo, y es que ese es el principal problema del chiquillo, su soberano aburrimiento que no hace más que empeorar una mente ya trastornada. Ted es un personaje que quiere estar en cualquier parte menos en esa, con una curva de carretera por el que pasan los pocos clientes como único contacto con el mundo exterior. Entiendo que el espectador se queje de ese ritmo tan tranquilo, y es evidente que divertido no serÃa, pero ver al crÃo mirando al horizonte por más de dos minutos sin ningún sonido salvo el viento explica bastante lo que se le debe de estar pasando por la cabeza.
El pequeño Jared está muy bien cubierto por dos grandes, David Morse (La milla verde, Horns) que interpreta a un padre con una profunda depresión después de que su mujer se fuera con un cliente. Interpretación muy competente del actor, que no sorprende pues es de los buenos. Se huele la tostada acerca de su hijo, sabe que algo no va del todo bien, pero nada tan grave como tener al demonio en casa. Rainn Wilson (The office, Super) cambia completamente el humor, su registro habitual, por el drama. Interpreta a un viajero que después de un accidente de tráfico se hospeda en el motel para recuperarse. No lo sabe pero por una conversación, en principio intrascendente con el pequeño Ted será su catalizador.
PelÃcula muy pequeña y lenta, con sonidos metálicos que recordará (y por muchos motivos más) a la banda sonora de Psicosis. FotografÃa muy bella, mostrando lo agreste de la zona. No es una pelÃcula para todo tipo de público, la agradecerán los que gusten de conversaciones interiores y desarrollo de personajes.
Firma: Oriol Hernández.
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