Phantasm review
Título original: Phantasm
Año: 1979
Duración: 88 min.
País: Estados Unidos
Director: Don Coscarelli
Guion: Don Coscarelli
Música: Fred Myrow, Malcolm Seagrave
Fotografía: Don Coscarelli
Reparto: A. Michael Baldwin, Bill Thornbury, Reggie Bannister, Angus Scrimm
Terror en estado puro.
Mike es un chico que ha quedado huérfano recientemente. Esquivo y melancólico, vive pendiente de su querido hermano mayor. Cierto día, al curiosear por el funeral de un vecino, descubre las extrañas prácticas del siniestro enterrador y su ejército de duendes. El joven intentará demostrar que algo muy oscuro ocurre en el cementerio de Morningside.
Phantasm es una de esas producciones que, por méritos propios, consiguen pasar a la historia del terror. Película de culto sin discusión, lo extraño de la propuesta hizo que se situase entre los más impactantes largometrajes del género en los setenta y ochenta. Rodada con un presupuesto minúsculo y con actores desconocidos, el film rebosa originalidad y marcó con fuerza a toda una generación, que crecimos con aversión a los mausoleos y a los trabajadores de los mismos. Parte de la culpa la tiene el gran Angus Scrimm, por desgracia fallecido a principios de 2016 y que, al interpretar el personaje de Tall Man, le otorgó la categoría de leyenda.
Precursora de varias secuelas, ninguna ha conseguido el reconocimiento de la primera entrega. El maestro Coscarelli, con una nutrida carrera especializada en horror y fantástico, no ha parado de trabajar y ha colaborado en el guion de Phantasm: Ravager (2016), la última entrega de la saga. Dirigida por David Hartman, podremos disfrutar con la presencia de Angus Scrimm y parte del elenco de 1979. La quinta secuela promete fuertes emociones, a los seguidores del Hombre Alto más tétrico de la historia.
Para la banda sonora se contó con Fred Myrow un viejo amigo de Coscarelli que ya habían trabajado juntos en Jim, The World's Greatest (1976) y que ha colaborado con el director en repetidas ocasiones. La música sigue los cánones de la época y se asemeja, quizá demasiado, a los compases de Mike Oldfield en El Exorcista (1973). En cualquier caso, es una buena composición y nos ayuda a introducirnos, en los lúgubres dominios de la Funeraria Morningside.
Con un ritmo pausado y sin caer en lo excesivo, combina lo onírico con lo real de manera sugestiva. El realizador, ofrece una película de bajo presupuesto compensada por una historia original y brillante. Rodada con actores aficionados pero entusiastas, la obra de Coscarelli ha marcado una época y una manera de hacer cine de terror, vigente a lo largo de los años.
Firma: Sergio Bosch.
@SergioBoschTW
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