Boys in the Trees review


Título original: Boys in the Trees

Año: 2016

Duración: 112 min.

País: Australia

Director: Nicholas Verso

Guión: Nicholas Verso

Música: Shinjuku Thief, Darrin Verhagen

Fotografía: Marden Dean

Reparto: Toby Wallace, Gulliver McGrath, Mitzi Ruhlmann, Justin Holborow


Antiguos y terroríficos miedos.

Si al escribir sobre esta película me diera por seguir su modus operandi, a partir de la siguiente línea ya estaríais haciendo otra cosa. Esto es uno de sus mayores defectos, pero al mismo tiempo su mayor atractivo. Deambular en medio de sueños y miedos obliga a hacer un ejercicio de abstracción. Si aceptáis esta premisa, os encontraréis con un gran producto, sumamente fresco y lleno de interesantes aristas.


Allá por el año 2012 ya tuvimos el placer de degustar la excelente Excisión de Richard Bates Jr., en la cual se nos exponía, de manera algo brutal por cierto, el difícil tránsito por la adolescencia. Cinematográficamente hablando Boys in the Trees no se le asemeja en nada, pero trata de esa etapa de la vida en la cual algunos quedan atragantados. Es algo así como intentar explicar el síndrome de Peter Pan, o cuando estás delante del precipicio de la edad adulta y alguien te da un empujón.

Hay muchas maneras de explicar una historia, en esta ocasión Nicholas Verso ha optado por una bastante arriesgada. No obstante, mantiene perfectamente el equilibro en esa cuerda floja que es su elaborado guión. Hablando del mismo, se intuye que en él se han volcado bastantes experiencias personales. Evidentemente en todos los screenplay algo hay de sus autores. En esta ocasión la decisión de incluirlos no nos queda más remedio que aplaudirla.

Corey pertenece a un curioso grupo de skaters, cuyo líder, Jango, no duda en ejercer su autoridad. Próximo a la edad adulta, Corey intenta defender a Jonah, un antiguo compañero de colegio, del resto del grupo. Juntos recorren las calles de la ciudad con su monopatín durante Halloween. Los recuerdos van tomando forma junto a extraños sueños y muchos miedos.

Estamos ante un producto que intuimos para un público algo selectivo. Se podría haber optado por algo más desenfadado y así ampliar el target, pero no seremos nosotros los que nos decantemos por eso, ya sabéis que las apuestas arriesgadas son algo que nos atrae, esperamos que a vosotros también os pique la curiosidad. En su contra tenemos su excesiva duración y las escasas escenas de terror o como queráis llamarlas, aunque algún que otro susto os hará saltar de la butaca.

Tengo que destacar la música de Shinjuku Thief y Darrin Verhagen. Da en el clavo con todo lo que rodea al film. Hay que tener en cuenta que la película está ambientada en 1997, ya os podéis hacer una idea.


Los protagonistas de la cinta están fantásticos. La juventud de todos ellos no es ningún impedimento para destacar su calidad. Empezamos por Toby Wallace en el papel principal e interpretando a Corey. A continuación nombrar a Gulliver McGrath como Jonah. Seguimos con Justin Holborow en el papel del matón Jango y acabamos en la parte femenina con Mitzi Ruhlmann como Romany.

Muy buena película recomendada a todos aquellos que les guste la originalidad y la apuesta con algo de riesgo.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan