Título original: Indiana
Año: 2015
Duración: 75 min.
País: Estados Unidos
Director: Toni Comas
Guión: Toni Comas
Fotografía: Anna Franquesa Solano.
Reparto: Gabe Fazio, Bradford West, Stuart Rudin, Noah McCarty-Slaughter, Sophie Auster, Suzanne DiDonna, Kadah Binkley
Tenebrosa y triste historia.
En infinidad de ocasiones nos encontramos con que los roles de director y guionista recaen en la misma persona. Esto ya nos da una pista de que lo que vamos a ver es una obra muy personal. En Indiana esto queda muy patente, no ya por el hecho mencionado, sino porqué lo que vamos viendo en pantalla da la impresión de que esté rodado para una sola persona: Toni Comas.
Si los resultados son óptimos eso último queda como una anécdota. Los que se apunten al carro de disfrutar de ese film lo pasarán por alto. Habrá otros que encontrarán a faltar algo más de expansión, por llamarlo de alguna manera. Nosotros nos hemos dejado llevar por una historia que sin ser totalmente terrorífica, tiene los alicientes necesarios para que su halo de tristeza penetre en nuestro interior.
En muchos foros, incluidos este medio en el que estáis, las discusiones no cesan al calificar si una película entra dentro del género de terror o se queda en un sucedáneo. En el caso de Indiana la cosa se complica bastante puesto que, a pesar de contener elementos típicos de ese tipo de cine, no creo que la intención de su director fuera meterse de lleno en esa tipología. Su fin, en mi opinión, era hacer una obra que acaba siendo tenebrosa a su pesar.
En el estado de Indiana, en el Medio Oeste americano, el aislamiento define las vidas de sus habitantes. La creencia en entidades sobrenaturales sirve de pretexto para escapar de los problemas de la vida cotidiana. Michael y Josh, conocidos como Spirit Doctors, se encargaban de ayudar a personas perturbadas por episodios sobrenaturales. Michael, ahora con un buen trabajo, decide volver con su amigo en un episodio que le marcará para siempre.
Curiosa película que contiene elementos para poderla encasillar en diferentes géneros, el terror, aunque de manera mínima, también. Sea como sea, la sensación de tristeza no abandona la cinta en toda su duración. El tema precisamente no invita a ello, pero la manera en que está rodada, apoyada en un buen guión, nos lleva directamente a esa sensación, ayudada por una música muy envolvente y mortecina. Su escasa duración, hoy en día setenta y cinco minutos casi es un cortometraje, es uno de sus grandes aciertos ayudando a que su ritmo sea muy acertado.
Las interpretaciones son uno de sus puntos fuertes. Destacar a la pareja protagonista: Gabe Fazio como Michael y Bradford West como Josh. No podemos calificarlo como duelo interpretativo, sino que se complementan a la perfección. Por otro lado, tenemos al veterano secundario Stuart Rudin (El Silencio de los Corderos y Stake Land), en un papel que aporta la parte más oscura y tenebrosa. En la parte femenina contamos con la participación de Suzanne DiDonna en un papel un tanto ingrato.
Que no la busquen los amantes de lo sobrenatural, se encontraran con otra cosa, pero si prescindís de ella os perderéis una buena película, así de simple.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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