Título original: Alien: Covenant
Año: 2017
Duración: 123 min.
País: Estados Unidos
Director: Ridley Scott
Guión: John Logan, Dante Harper
Música: Jed Kurzel
Fotografía: Dariusz Wolski
Reparto: Michael Fassbender, Katherine Waterston, Billy Cudrup, Demián Bichir, Danny McBride, Carmen Ejogo, Jussie Smollett, Amy Seimetz
Habrá que seguir esperando para otra gran película de Alien.
Todo el mundo conoce Alien, probablemente la saga cinematográfica de ciencia ficción y terror más famosa de la historia. Tras las dos primeras entregas dirigidas por Ridley Scott (padre de la saga) y James Cameron, las siguientes películas han tenido una calidad que ha ido en descenso hasta llegar a su punto más bajo, ese extraño experimento que fue Alien vs Predator que bien se podrían haber quedado en los cómics. Hace unos años apareció Prometheus, una precuela de la saga que nos explicaba la creación de la especie. Pero, pese a estar dirigida de nuevo por el señor Scott no se apreciaban elementos característicos de la saga y se perdía entre teorías teológicas y filosóficas convirtiéndola en algo sin pies ni cabeza. Nos llega Alien: Covenant, secuela directa y precuela de Alien que intenta solucionar muchos de los problemas que tenía Prometheus y que, aunque acaba siendo algo mejor, su hundida en el fango a más profundidad es notable.
Se esfuerza en rescatar, esta vez sí, algunas características y referencias de las películas clásicas, pero es todo apariencia, pues la angustia, la claustrofobia y el carisma de sus personajes brillan por su ausencia. Incluso el diseño de la criatura es poco imponente y hasta vulgar (aparte de que el CGI tampoco es demasiado espectacular) y queda en pañales ante el miedo y asco que daba un animatronic casi cuarenta años atrás. El argumento, aunque es mucho menos enrevesado que Prometheus, es poco interesante y no ofrece mucho. Si habláramos de videojuegos Alien: Covenant podría ser más una expansión que una entrega nueva, aunque hay avances en la trama tampoco son grandes respuestas las que nos ofrecen y da la sensación, una vez terminada, que se han complicado aún más la vida para futuras entregas (ya hay varias confirmadas).
Vuelve a dirigir Ridley Scott y aunque en el aspecto técnico cumple sin demasiada pirotecnia si se nota algo de cansancio y poco que explicar más allá de la repetición de las mismas escenas icónicas de siempre y da que pensar si todas estas entregas se hacen porque hay una historia que contar o la mera explotación comercial de una saga famosa. Entendamos que la película no es un desastre, pero si decepcionante, una vez terminada te deja una sensación de que no se ha hecho correctamente, las bajadas de ritmo son constantes y hasta los buenos 45 minutos la cinta no termina de arrancar. Y aunque la sombra de la teniente Ripley es alargada no hay personaje en Alien: Covenant que interese lo más mínimo, no hay empatía, ni preocupación por su estado, son estúpidos y no ves más que carne de cañón para ser cazada por lo primero que salga. Lo único a destacar es el siempre fiable Michael Fassbender que repite interpretación como un androide con el mismo diseño que el que interpretó en Prometheus. Sin destripar nada, es evidente que todas estas entregas tienen el eje común de Fassbender, lo único en claro que sacarás tras ver la película.
Aunque tiene escenas sangrientas bastante decentes, estas son muy cortas y a menudo ni siquiera te las terminan, hacen cambio de escena e interpreta tu como terminan. Además, aunque la película quiere sorprender esta se vuelve monótona y predecible. Las escenas de acción son bastante inverosímiles y los agujeros en el guión son numerosos. Personalmente, no es el desastre que vi con Prometheus pero después de ver Alien: Covenant se nota que queda mucho camino por recorrer hasta llegar a ver una película de Alien tan buena como las dos primeras entregas.
Firma: Oriol Hernández.
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