Título original: The Windmill Massacre
Año: 2016
Duración: 85 min.
País: Holanda
Director: Nick Jongerius
Guión: Nick Jongerius, Chris W. Mitchell, Suzy Quid
Música: Erik Jan Grob
Fotografía: Bart Beekman
Reparto: Noah Taylor, Charlotte Beaumont, Patrick Baladi, Ben Batt, Fiona Hampton, Adam Thomas Wright
Un slasher interesante con un flojo cierre.
Como apasionado del terror y amante de los slasher ochenteros que se presente una película de estas características y además proveniente de Holanda, un país que en estos últimos años ha sacado títulos realmente interesantes a priori todo pintaba fenomenal. Pero a pesar de tenerlo todo a su favor finalmente el producto se queda como algo anecdótico, con alguna que otra muerte destacable, pero con un malo con 0 carisma, una historia más bien floja y un final bastante olvidable.
Jennifer una joven que recién llegada a Holanda, huyendo de su antigua vida entra en un autobús que la llevará a un recorrido por los famosos molinos de viento que pueblan los alrededores de Ámsterdam. A mitad de recorrido el autobús sufre un accidente y se estropea, en medio de la nada el grupo decide resguardarse del tiempo y pasar la noche en un viejo molino abandonado. Lo que no esperaban es que allí les recibiera un ser de otro mundo, dispuesto a sesgar sus vidas una a una.
Su director, Nick Jongerius nos presenta The Windmill Massacre como su primer largometraje, pero viene con cierto pedigrí ya que había trabajado como productor en la curiosa y también holandesa Frankenstein's Army, otra gamberrada con mucho regusto a los 80. Personalmente creo que la labor en dirección de Jongerius no está nada mal, sabe imprimir ritmo a la cinta y juega bien con los elementos típicos de este tipo de producciones, pero el problema viene en su guión, escrito por Chris W. Mitchell y Suzy Quid, basándose en la propia historia del director. Es aquí donde peca de contar una historia insulsa, se nos presentan personajes vacíos, ninguno de los protagonistas tiene una pizca de carisma y lo peor de todo es que el asesino tampoco la tiene. A esto sumamos un final bastante chapucero y se queda en una cinta que podría haber supuesto junto con películas como Cub o la saga Cold Prey, el golpe en la mesa del cine europeo respecto a los slasher que tan mala racha están pasando en la actualidad.
Uno de los apartados más destacables de esta cinta de terror holandesa, es sin duda alguna su apartado técnico, tanto en FX como maquillaje brillan bastante, destacando nombres como Rick Wiessenhaan (Dog Soldiers, La sombra del vampiro) en los efectos especiales y Rob Hillenbrink junto a su hijo Erik (The Human Centipede, New Kids Nitro) en el apartado de maquillaje. Todo un seguro de vida el contar con gente con tanta experiencia como ellos.
The Windmill Massacre, es un slasher curioso, que puede ser entretenida si te gusta este subgénero del terror, pero por desgracia, no pasa más allá de "podría haber sido". No pasará a la historia del cine de terror pero puede ser una opción para desconectar de todo y ver cómo descuartizan gente debajo de un molino de viento. De no gustarte en especial este tipo de cintas te recomiendo que huyas de ella o empieces por las grandes del género como Viernes 13 o Halloween.
Firma: Omar Parra.
@Omar_FTW
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