Condemned review


Título original: Condemned

Año: 2015

Duración: 83 min.

País: Estados Unidos

Director: Eli Morgan Gesner

Guión: Eli Morgan Gesner

Música: Daniel A. Davies, Sebastian Robertson

Fotografía: Richard Henkels

Reparto: Dylan Penn, Ronen Rubenstein, Lydia Hearst, Johnny Messner, Jon Abrahams, Michel Gill


Una comunidad de vecinos EXTREMA.

Condemned va directa al grano, tiene poco que explicar y muchos minutos que rellenar, pues el argumento no tiene más de cinco minutos para ponerte en situación, un poco de presentación para conocer a los diversos personajes que pululan por ahí y vamos al lío. Y a mí ya me está bien, es una película divertida y simple y no tiene por qué inventarse trasfondos insulsos que olvidarás antes de que termine la película.

Maya se muda a casa de su novio, un desastre de apartamento en un edificio en ruinas que se supone, está abandonado. A los pocos días los vecinos del lugar empezarán a comportarse de una manera extraña, como mucho más agresiva que de costumbre.

Y ya está, es tal que así. Hay una explicación de a qué se debe la contaminación pero tanto da. Lo mejor de todo es ver el elenco que forman los distintos vecinos que ocupan los apartamentos del edificio, un auténtico circo de los horrores. Viejos medio chalados, nazis sadomasoquistas, yonkis, rabinos proxenetas de prostitutas travestís... en la variedad está el gusto. Son mucho más interesantes que la pareja protagonista interpretados por Dylan Penn y Ronen Rubinstein (que hasta que no he visto la ficha no me he dado cuenta de que es el protagonista de Some Kind of Hate) que no destacan ni por el interés que despiertan ni por nada.

Debuta en el mundo del cine el director Eli Morgan Gesner, quien también se ocupa de escribir el guión. Se le ve cierta pericia e imaginación para las escenas de acción, procura que tengan ritmo y no sean repetitivas pero lo cierto es que la película tampoco daba para mucho más. Muy ingeniosos los travellings entre apartamento y apartamento yendo por los desagües. En la faceta de guionista se le ve cierta creatividad para diseñar a personajes excéntricos y extremos. Lo extraño es su casi obsesión por hacer la escena que toque lo más marrana posible, salvo en un par de ocasiones el resto son totalmente gratuitas, además que no se corta un pelo en mostrarte lo más escatológico que se le ocurra. No es un punto en contra, pues esto es para dotar a la película de cierta personalidad y estilo y no busca otra cosa que mostrar una película inofensiva y divertida. Veremos como se desarrolla como cineasta en futuros proyectos de más envergadura.

Es una película sencilla y curiosa. No pasará a la historia y la olvidarás a los pocos días pero la disfrutarás mientras dura. Tiene algunos personajes secundarios bastante curiosos y alguna escena de acción bastante apañada. Dale una oportunidad siempre y cuando no le pongas muchas expectativas.

Firma: Oriol Hernández.