The House on Pine Street review


Título original: The House on Pine Street

Año: 2015

Duración: 111 min.

País: Estados Unidos

Director: Aaron Keeling, Austin Keeling

Guión: Natalie Jones, Aaron Keeling, Austin Keeling

Música: Nathan Matthew David, Jeremy Lamb

Fotografía: Juan Sebastian Baron

Reparto: Emily Goss, Taylor Bottles, Cathy Barnett, Jim Korinke, Natalie Pellegrini, Tisha Swart-Entwistle, Keagon Ellison, Daniel Shirley


Terror en estado puro.

En ocasiones el cine independiente, el que tiene menores medios para abrirse camino es el que más acaba por sorprendernos, con The House on Pine Street me ha sucedido exactamente eso. Estas pequeñas joyas realizadas a partir de modestas producciones, que al visionarlas puedes ver y sentir la pasión que hay depositadas en ellas y el mimo que hay detrás de cada escena y lo cuidadas que pueden llegar a estar, estas cosas son las que hacen sentir el amor por el cine.

Jennifer y su marido se acaban de mudar a Kansas, su tierra natal. Recién mudados Jennifer empezará a notar que en su nuevo hogar suceden extraños fenómenos paranormales. El problema que solo pasan estando ella sola, por lo que ni su marido ni su madre acaban de creérsela, achacándoselo a un embarazo difícil. Realmente la casa esta maldita o es simplemente la imaginación de Jennifer jugándole una mala pasada.

Segundo largometraje para esta pareja de prometedores directores, Aaron Keeling y Austin Keeling, los cuales también se encargan de escribir el guión junto a Natalie Jones. Personalmente creo que el guión está demasiado trillado, pues tenemos en el mercado cientos y cientos de films sobre casas encantadas, aunque aquí tenemos un pequeño añadido ya que juegan al despiste con la locura de la protagonista, cosa que ya hemos visto también, ¿El Resplandor os suena algo? Parecidos razonables aparte, cuando estaba viendo la película en lo último que pensaba es que estaba viendo un mero plagio de algo ya visto, pues consiguió engancharme desde el minuto 1 y no parpadeé hasta los títulos de crédito.

Las interpretaciones, aquí hay que destacar un nombre propio, y es que Emily Goss es la protagonista indiscutible y ella solita llena esta cinta de terror, dejando en total segundo plano al resto del elenco. Increíble la interpretación de Emily Goss, hasta ahora un tanto desconocida, pero espero verla pronto por otros títulos.

Otra cosa a destacar en esta cinta es el increíble diseño de producción, Monique Thomas, hace un trabajo increíble. El caserón elegido donde sucede todo la acción del film es perfecto. A eso le añades la fotografía de Juan Sebastian Baron, un señor que tan solo había trabajado como director de fotografía en varios cortos y aquí hace un trabajo más que meritorio, otorgando al conjunto un aire místico a la par que perturbador. Gracias a estas dos personas, y el trabajo de todo el equipo técnico el acabado de esta película parece el de una producción muchísimo más elevada y no una realización independiente de presupuesto ajustado.

Es fácil asustar al público, realmente fácil, tan solo necesitas una subida de volumen repentina, o una aparición fugaz en escena de un fantasma/monstruo/asesino. Pero cuando consigues transmitir terror sin necesitad de estos artificios, sabes que entonces has ganado. Con esta cinta me sucedía esto mismo. Llegar a sentir esa tensión permanente, esa inseguridad que algo malo va a suceder en cualquier momento, eso es lo que espero de una película de terror y eso precisamente es lo que me he encontrado aquí. Pese a que carece de sobresaltos ha conseguido que apriete los dientes en más de una ocasión por eso y mil virtudes más RECOMIENDO The House on Pine Street a todo el mundo.

Firma: Omar Parra.