The Actor review
Título original: The Actor
Año: 2014
Duración: 78 min.
País: Sudáfrica
Director: Aidan Whytock
Guión: Colin Pegon, Aidan Whytock
Música: Diana Mino
Fotografía: Leon Visser
Reparto: Aidan Whytock, Shannyn Fourie, Greg Parves, Heidi Bottcher
El oscuro camino hacia la locura.
Una de esas pequeñas películas que llegan a sorprender. Cuando no tienes medios suficientes, ni el presupuesto de las grandes producciones, lo único que te queda es tirar de ingenio y llevar la película a tu terreno, donde te sientes más cómodo. Así es como el director Aidan Whytock creo que pensaba a la hora de realizar The Actor. Pues la experiencia de Aidan en el mundo del cine, casi se limita a realizar trabajos como actor. Una manera de asegurar que tu trabajo va a salir tal y como tienes en mente es cargarte todo el peso de la producción, tal como ha hecho nuestro director y ejercer como tal, aparte de co-escribir el guión junto a Colin Pegon y protagonizar el mismo el film.
En la vida de Simon hay dos prioridades, la primera es su querida hija Sarah, y por otra banda uno de sus mayores sueños, ser un actor reconocido. Su mejor amigo y manager, Nathan, no le ayuda a lanzar su carrera todo lo que Simon desearía. Por suerte para él, le ofrecen un papel para interpretar a un hombre poseído por el diablo. Su interés e inmersión en dicho rol es tan profundo que pronto sobrepasará los límites de la cordura y se adentrará en una espiral de locura.
Una película minimalista, es casi como estar viendo una trágica y perturbadora obra de teatro. Todo sucede en apenas dos o tres localizaciones distintas, como dije antes, todo el peso del metraje recae sobre el propio director, firmando una actuación digna de elogio. The Actor se podría definir como un visceral y perturbador camino hacia la locura. En cierta manera me recuerda a la reciente Starry Eyes y como nos aleccionan que el camino hacia el éxito no es para nada fácil, y por ese camino a veces se pierde la cordura y hasta en determinadas ocasiones, la vida.
Una pequeña producción realizada con un equipo técnico y artístico de tan solo 8 personas, resulta increíble si comparamos con esas grandes producciones que cuentan con equipos de cientos de personas detrás de las cámaras. Pero son estas películas las que nos demuestran que más vale tener una buena idea por pequeña que sea y saber plasmarla.
Como parte negativa, en algunas escenas se resiente esa falta de presupuesto y se nota que es una producción demasiado modesta. O que la historia este limitada a tan pocos actores, localizaciones en pantalla, también es un arma de doble filo. Un film minimalista, que convence e impresiona en ocasiones y que nos deja con ganas de más en otras.
Si tenéis la oportunidad de ver esta cinta, sin duda alguna debéis darle la oportunidad a The Actor. Terror low cost independiente que ha resultado ser una pequeña joyita dentro de este 2014 cargado de superproducciones más bien decepcionantes.
Firma: Omar Parra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.