De noche y de pronto review


Título original: De noche y de pronto

Año: 2012

Duración: 20 min.

País: España

Director: Arantxa Echevarría

Guión: Arantxa Echevarría

Fotografía: Pilar Sánchez Díaz

Reparto: Javier Godino, Alicia Rubio


Intrigante y angustioso.

El título define exquisitamente la situación en la que se encuentran los dos únicos protagonistas principales del corto, fijando además la naturalidad acertada y directa con la que se podría definir el mismo, que ante todo, goza de una sorprendente cotidianeidad.

Thriller psicológico que dirige y escribe Arantxa Echevarría en su tercer corto como directora, asombrando por la gran calidad en la dirección, ralentizando imágenes y acelerándolas a su antojo, logra además el impacto en el espectador gracias a la ambientación y el justo momento en que sitúa la historia. Porque existen muchos tipos de terror, especialmente desde que tenemos la capacidad de escribir, pintar, generar música y especialmente de hacer cine, donde monstruos, fenómenos paranormales y asesinos en serie han tenido su lugar. Pero el terror que nos puede llegar más adentro es precisamente el que creemos real, el que nos puede suceder a nosotros, como dice el título, De noche y de pronto, en la rutina de nuestro día a día.

Con el acierto del tema principal, un ritmo ágil a la hora de contar la historia y con los fogones de fondo mientras una sartén fríe verduras, encontramos la magia de los cortos, esos pequeños fragmentos de video, en duración, pero no en originalidad y calidad que logran atrapar al público, con sus sorprendentes historias. Donde la escasa duración es premiada por el seguidor acérrimo a estos formatos, aunque cortos como el sintetizado hoy, cuenta con la habilidad para sumergirnos en la historia y hacer que los casi veinte minutos de metraje se conviertan para el seguidor en un pequeño espacio de tiempo en la butaca.

Todo ello posible como mencione anteriormente gracias a una ambientación, no solo en términos de situación y localización en la historia, sino también por la fotografía de Pilar Sánchez Díaz y la puesta en escena de los dos actores que, como dice el tópico “brillan con luz propia”, dentro de la oscura situación, tanto Alicia Rubio como Javier Godino, destacan notablemente, pero es este último el que hace el ejercicio más complicado de interpretación, que no voy a detallar, para no destrozar el corto a nadie que no haya tenido todavía la suerte de visionarlo.

La única nota negativa a destacar es un final que podría haber sido resuelto con mucha más sencillez y coherencia con la realidad y el buen nivel del guión.

Entretenido, original y asfixiante por momentos, de obligado visionado.

Firma: Gerard FM.