Título original: Big Bad Wolves
Año: 2013
Duración: 110 min.
País: Israel
Director: Aharon Keshales, Navot Papushado
Guión: Aharon Keshales, Navot Papushado
Música: Haim Frank Ilfman
Fotografía: Giora Bejach
Reparto: Lior Ashkenazi, Tzachi Grad, Rotem Keinan, Doval’e Glickman, Menashe Noy, Dvir Benedek
Espectacular, perturbadora y ocurrente.
Estamos ante una de las mejores películas del año, con un sello muy personal, mezclando géneros como el thriller y el humor negro, que sirve como hilo conductor para mantener viva la historia, pasando por el drama y el más cruel horror que sumirá al espectador en una de las más intrigantes películas de género de los últimos tiempos.
Una serie de desapariciones de niñas de primaria, han alertado a la policía que ve como único sospechoso al pederasta de la zona. La incapacidad por parte de la policía para resolver el caso impacienta a los familiares de las víctimas...
Aharon Keshales y Navot Papuchado forman un tándem perfecto, tanto en guión como en dirección tras su opera prima Rabies, evolucionando hacia un perfeccionismo sorprendente en la segunda película que realizan, tanto técnicamente como en la elaboración del trabajado guión que da como resultado una asombrosa obra, sobresaliendo un bestial inicio que nos dejará anonadados en una atmósfera de violencia con un fin común y a la vez, un conclusivo final que no dejará indiferente a nadie.
En esta ocasión proponen un conflicto moral al espectador, que deberá debatirse entre la sed de venganza y el raciocinio, del que cada receptor tendrá una opinión personal y diferente a la del resto de la sala, generando conflictos emocionales, ante la información que vamos obteniendo poco a poco. Mantiene la duda hasta el final y siempre bajo la sombra de la presunta inocencia.
Gran parte de la grata impresión causada por el film entre los seguidores, es debido a un destacado reparto totalmente sorprendente en los papeles más variopintos donde la fidelidad al personaje se corresponde en todos los casos, encontrando desde desquiciadas victimas (Tzahi Grad y Doval’e Glickman), policías desesperados (Lior Ashkenazi) y hasta un posible pederasta (Rotem Keinan). Todo ellos, trabajos dignos de admirar. Acompañados además por una banda sonora compuesta por Haim Frank Ilfman que ameniza y acompaña las situaciones de más tensión con elegancia, agudizando cada momento clave en la historia. Imposible además no mencionar la cromática fotografía de Giora Bejach en interiores donde se desarrolla la mayor parte de la historia.
Big Bad Wolves es una película muy completa y altamente recomendable, por la exitosa comunión entre géneros, que se complementan en la historia, los magníficos personajes interpretados con los que el público empatizará y la excelente música mencionada anteriormente.
No hay muchos thrillers de semejante tensión y humor negro.
Firma: Gerard Luzán.
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